FRAGMENTO DE AÑO NUEVO
Copyright de Virginia Córdova, 2004-2005 (Todos los
derechos reservados)
Por Virginia Córdova (Lita Kino)
lau_vir@hotmail.com
Basada en Ranma 1/2, creado por Rumiko Takahashi,
Copyright de la autora.
-¡Niños
dense prisa o vamos a llegar tarde!- Akane se encontraba al pie de la escalera.
-¡Ya
vamos! Siempre y cuando Areshi deje de molestar... -se escuchó la voz de
Mashauri.
-No
seas llorona, yo no te estoy haciendo nada- replicó la voz del niño.
Akane
hizo una mueca mezcla de resignación y enfado, y levantando su kimono arriba de
sus tobillos, comenzó a subir las
escaleras.
-¿A
quién llamaste llorona? ¡Te vas a arrepentir Areshi!
-Eso
si no lo haces tú primero. ¡Ataque de cosquillas al estilo Saotome!
-¿Qué?
¡Oye! ¡No, espera! ¡Eso no es válido!- decía Mashauri entre risas. -¡Ya basta!
-Me
detendré hasta que admitas que tu hermano es el chico más fuerte y valiente que
has conocido en toda tu vida.
-Eso
ni en sueños, ¡ahora verás!- y en un rápido movimiento, la pequeña Saotome
consiguió intercambiar los papeles, sólo que el inconveniente fue que ambos
rodaron de la cama al suelo en una ruidosa caída.
-¡Oigan,
pero qué es lo que se piensan!- Akane apareció en el marco de la puerta al
mismo tiempo que sus hijos se debatían en ese duelo de cosquillas. -¡Areshi!
¡Mashauri! ¡Ya estuvo bien! ¡Deténganse!- la joven señora Saotome intentaba
separarlos sin mucho éxito. -¡Ranma, creo que éste es el momento en que
intervienes en la discusión...!
-¿Pero
qué es todo ese escándalo de arriba?- Soun observaba desde abajo de la
escalera.
-Ay
ya sabes. Sólo es el ritual antes de las grandes celebraciones- dijo Nabiki
despreocupadamente dirigiéndose a la cocina.
-Sí,
pe - pero, ¿dónde se supone que está Ranma para que ponga orden?
-¡Ya
llegué!- una oportuna voz se escuchó proveniente de la entrada.
-
Muchacho, ¿pero en dónde te metes?
-
Ah, sólo salí a comprar castañas asadas, ¿quiere?- dijo enseñando la bolsa que
traía en la mano.
-No
es momento para eso. Sólo sube, creo que tu familia te necesita.
-¡¿Te
rindes o no?!- Areshi había tomado el control de la situación muy a pesar de
que Akane trataba de separarlo de su hermana.
-¡Nunca!-
respondió Mashauri.
-Muy
bien, ¡qué es lo que pasa aquí!
Ambos
niños se separaron al momento de oír la voz de su padre.
-¡Él
empezó!
-¡Ella
empezó!
Dijeron
al mismo tiempo.
-¡Ya
basta los dos!- exclamó Akane. -¡Sólo miren como terminaron! Seguramente no tienen
ganas de ir al festival de Año Nuevo. No puedo creerlo, es la primera vez que
vamos a celebrarlo juntos y ¿lo quieren arruinar de esta forma?
-Lo
sentimos, mamá- Areshi agachó la cabeza avergonzado.
-Pero
es que no queremos arruinarlo- dijo Mashauri, -sólo estábamos jugando, ¿verdad
Areshi?
-Sí,
yo sólo quería que Mashauri reconociera que soy más fuerte que ella.
-Oye,
no empieces de nuevo con eso.
-Niños,
ya es suficiente- Ranma se arrodilló para quedar a la altura de sus dos
pequeños. -Quedamos en que esta celebración es importante para todos y aún hay
tiempo de salvarla. Sólo arréglense lo más rápido que puedan, sobre todo sin
peleas, mientras que su mamá y yo los esperamos abajo. ¿De acuerdo?
Ellos
asintieron.
-Ya
escucharon a su padre: sin peleas- recalcó Akane, y así ambos salieron de la
habitación.
-Vaya,
no pensé que a mamá le importara tanto- Mashauri se sentó en la orilla de su
cama con la mirada algo afligida.
-¿Acaso
a ti no te da gusto que estemos juntos de nuevo?
-Ay Areshi,
sabes que sí, es sólo que no era mi intención que ella se enfadara de esa
forma.
-Creo
que no has pasado el suficiente tiempo con mamá- el niño ataba la parte
superior de su kimono y tenía algunos problemas con ello, -digamos que tiene
diferentes formas de enojarse.
-Supongo
que aún tengo mucho que conocer- Mashauri se acercó para ayudarlo.
Él
le dedicó una sonrisa en agradecimiento.
-¿Sabes
Mashauri? Esta fiesta de año nuevo también es importante para mí.
-¿En
serio? ¿Por qué?
-Porque
debo ir a dar las gracias.
Su
hermana lo seguía viendo con duda. Areshi continuó:
-La
última noche del año pasado, toda la familia fuimos al festival igual que
siempre, y al sonar las doce, sólo me concentré en un deseo: poder encontrar a
papá.
Mashauri
esbozó una traviesa sonrisa.
-Y
creo que no sólo lo encontraste a él.
-Eh...
sí, bueno..., digamos que no todo sale siempre como uno quiere- el niño rascaba
su cabeza con cierta mirada de resignación, lo que le impidió detener el
almohadazo que Mashauri le lanzó.
-Eres
un presumido- protestó. -Pero hoy te perdono porque en verdad me siento feliz
de estar aquí. Además, no quiero que nuestros padres suban de nuevo.
-Pues
entonces será mejor que te des prisa o realmente vamos a llegar tarde y nos perderemos
de los fuegos artificiales.
-¡¿También
habrá fuegos artificiales?! - a Mashauri le sonó la idea bastante interesante.
-Y pensar que hace un año sólo éramos papá y yo...- suspiró viendo hacia la
ventana- bueno, y también estaban los abuelos, pero... -un ligero nudo intentó
formarse en su garganta.
-¿Qué
ocurre?
-No,
nada. Iré allá abajo para que mamá o tía Kasumi me ayuden con este listón.
-De
acuerdo- Areshi peleaba en el espejo contra dos cabellos que se resistían a
quedar en su lugar.
Mashauri
abrió la puerta de la habitación y salió, pero en eso se detuvo y volteó
nuevamente al interior.
-¿Sabes
Areshi? Yo también quiero dar gracias... Sé que muchas veces no lo demuestro,
pero... quiero que sepas que también me hace muy feliz el haberte encontrado.
El
niño se sorprendió al escuchar esto, pero al voltear a ver a su hermana, ya se
había ido.
****************
El
festival de Año Nuevo en el templo Yamaguchi era una gran celebración. Desde
que comenzaba a caer la noche, muchas familias llegaban para agradecer por la
culminación de ese año y posteriormente se dedicaban a participar del festejo.
Había puestos de comida, de luces de bengala, de amuletos para la buena fortuna
y diversos juegos para probar suerte.
La
ahora, gran familia Tendo había salido de dar gracias y se dedicaba a curiosear
entre los puestos.
-Me
parece que hoy hay más gente que el año pasado- dijo Kasumi que empujaba la
carriola donde dormía la pequeña Karime.
-¿Te
parece? Yo creo que cada año es igual. Más bien los que aumentamos fuimos
nosotros-comentó Nabiki.
-¡Ah!
Es muy bueno estar todos juntos otra vez, ¿no lo cree Tendo?
-Desde
luego que sí Saotome y lo más importante es que nuestras escuelas siguen
unidas- Soun llevaba sobre sus hombros al niño de Nabiki.
-Yo
pienso que lo más importante es que Ranma y Akane recuperaron a su familia-
intervino Nodoka. -Porque en realidad ustedes dos nunca perdieron su amistad,
sólo creo les fue difícil soportar casi diez años sin jugar una partida de
shogui.
-Puede
que tengas razón querida, pero como artistas marciales el que nuestra escuela
continúe, también es importante.
-Ay
Genma, si tú lo dices...
-Por
cierto, ¿en dónde se metieron esos dos? Bueno, cuatro- dijo Nabiki volteando
hacia atrás.
-Mashauri
y Areshi se quedaron afuera del templo con sus papás- dijo Naomi que también
iba sobre los hombros de su padre.
-Pero,
¿por qué se quedaron allá?- Nodoka estaba extrañada.
-Descuida
tía, ya nos alcanzarán. Creo que aún tienen mucho de qué hablar.
-Kasumi
tiene razón- dijo Tofú. -Además, recuerden que es tradición de Akane y Areshi
permanecer ahí hasta que comience el año.
-¡Papi,
mira, hay títeres!- señaló Naomi. -Vamos, vamos, ¿si?
-Sí abuelo, vamos- apoyó Osakaru. -Mamá, ¿verdad que podemos ir?
-No
veo por qué no- respondió Nabiki.
-Muy
bien, vayamos a verlos- dijo Tofú avanzando con su hija.
****************
A
pesar de ser invierno, la noche estaba tranquila y un precioso cielo despejado
podía apreciarse, completamente cubierto de estrellas.
Mashauri
y Areshi se divertían con unas luces de bengala mientras que sus padres los
observaban, tranquilamente sentados en una banca.
-Gran
noche, ¿no lo crees?- dijo Ranma.
Akane
asintió.
-Todo
sigue tal y como lo recuerdo- suspiró él llevando sus manos a la nuca.
-Míralos...
¿Acaso no son maravillosos?
Ranma
notó su mirada algo melancólica.
-Claro que sí. Y yo que llegué a
creer que nunca iba a volver a verlos juntos.
-Yo nunca
dejé de desearlo...- Akane le dio una firme sonrisa. -Sabía que algún día nos
volveríamos a encontrar. Aunque todo ocurrió de una manera tan extraña...
-Pero
me alegra que así fuera- Ranma abrazó a su esposa por la espalda, mirándola con
ternura. -Y ahora que me acuerdo...- se separó un poco, -encontré algo que creo
te gustará.
-¿De
qué se trata?
El
joven Saotome buscó en sus bolsillos.
-Aquí
está. ¿Lo recuerdas?- dijo estirando su mano con un objeto en ella.
-Pero
si es... ¡mi dije de cerezo*! ¿En dónde lo encontraste?
-Pues
digamos que todo este tiempo supe dónde estuvo guardado. ¿Me permites?
-Por
supuesto.
Y
con extremo cuidado, Ranma le colocó el dije sobre el cuello, abrochándolo por
atrás.
-Gracias-
Akane se agachó para contemplar su joya por un instante, al levantar la vista
nuevamente, se topó con la cercanía de su esposo y esa mirada que tantas veces
le había demostrado su amor.
Ranma
la tomó de los hombros, acariciándolos con suavidad y sin dejar de
contemplarla.
-Todavía
no entiendo cómo pude ser tan tonto y
permanecer tanto tiempo
separado de ti. Nunca debí permitirlo.
-Fueron
tiempos difíciles... Eso ya quedó atrás...
-Sí,
pero no me voy a perdonar los años que perdí de ver crecer a Areshi y los que mantuve
a Mashauri lejos de ti.
Akane
lo silenció poniendo sus dedos sobre sus labios.
-Por
favor, no digas eso... Lo importante es
que aún podemos recuperar el tiempo perdido. Ahora los tenemos a ambos y nunca
más nos volveremos a separar.
-¿Estás
segura?
-Completamente-
pronunció casi en un susurro.
Y
apoyando sus manos sobre su pecho, eliminó por completo la distancia, uniendo
sus labios con los de él en un beso profundo y sincero que sellaba aquella
promesa. Ranma la abrazó por la cintura y la atrajo más hacia sí.
-¡Uuuuuuuy!-
un par de vocecillas se escucharon repentinamente acompañadas de risas.
Ranma
y Akane se separaron con resignación.
-Oigan,
por nosotros no se preocupen, no hemos visto nada- dijo Areshi.
-Sí,
ustedes continúen donde se quedaron- agregó Mashauri. -No saben el gusto que me
da verlos así y sobre todo porque yo lo arreglé.
Areshi
hizo una mueca.
-Te
recuerdo hermanita, que el trabajo fue de los dos.
-Bueno,
pero la idea fue mía.
-¿No
me digas? Sabes que de no haber sido por mí, no hubiéramos logrado nada.
-Ay
no, aquí van de nuevo- dijo Akane.
-¿A
quiénes se parecerán...?- murmuró Ranma.
-¿Ahora
resulta que tú quieres ser el héroe? Por si ya se te olvidó, quien tuvo que
sacrificar su cabello fui yo- replicaba Mashauri.
-¿Piensas
lloriquear por eso? Si hablamos de sacrificios, fue mayor el mío y lo sabes.
-Mira
quién es el llorón ahora.
-¡Nadie te dijo que estoy llorando!
Akane
y Ranma voltearon a verse, entendiendo con la mirada lo que debían hacer.
-Vengan
acá los dos- los interrumpió Ranma jalando hacia él a Mashauri, al tiempo que
Akane hacía lo mismo con Areshi. -Escuchen, no importa de quién haya sido la
idea o quien hizo la mayor parte.
-Es
cierto, lo importante es que ambos pudieron lograr algo que su padre y yo ya no
creíamos posible, y de no haber sido por ustedes, ninguno de nosotros
estaríamos aquí ahora.
-Su
mamá tiene razón y creo que en vez de pelear deberían sentirse orgullosos por
haber logrado lo que se propusieron y por no haberse dado por vencidos a pesar
de todo.
-Papá,
somos unos Saotome- dijo Areshi.
-Sí,
y un Saotome nunca pierde un combate- completó su hermana.
-Es
por eso que no podíamos rendirnos- volvió a decir el niño.
Ranma
rió ante estos comentarios.
-Y
en verdad me alegra que no lo hicieran.
-¡Shhh!
Escuchen- interrumpió Mashauri. -Ya va a comenzar el año.
En
la lejanía alcanzaban a oírse las primeras campanadas de la cuenta regresiva.
Al mismo tiempo, la gente en el templo comenzó a prepararse.
-Tómense
de las manos- les indicó la niña, -y ahora piensen en un deseo- dijo levantando
su cara al cielo y cerrando los ojos.
En
el viento se escuchó la séptima campanada, luego la sexta, la quinta..., la
gente del lugar seguía el conteo con su voz... Posteriormente la segunda, la
primera y...
-¡FELIZ
AÑO!- fue la exclamación unánime de aquélla noche, al mismo tiempo que cientos
de fuegos artificiales y luces de colores tapizaban el cielo.
Areshi
y Mashauri miraban emocionados el espectáculo.
-Y
comienza uno más- pronunció Akane.
Ranma
la abrazó nuevamente, haciendo que se recargara en su hombro.
-Mashauri,
¿qué fue lo que pediste de esa manera tan rara?
-¿Rara?
No fue rara. Sólo me concentré en mi deseo al igual que lo hiciste tú.
-¿Y
cuál fue ese deseo?
-Tonto,
sabes que si te lo digo ya no se cumpliría. Sólo te puedo decir que ya ha
empezado- dijo la niña con una sonrisa volteando a ver a sus padres.
-Vaya,
entonces creo que pediste lo mismo que yo- Areshi regresó su mirada al cielo.
Mashauri
lo observó por un instante, sabía que por muy molesto que en ocasiones fuera,
tenerlo en su vida era de lo mejor que le pudo haber pasado y se sentía
enormemente agradecida por eso. Convencida con este pensamiento, también elevó
su vista, sonriendo.
-Comienza
uno más... que no sabemos lo que nos traerá- dijo Ranma, inspirado por la frase
de Akane.
-¿Y
eso le asusta al "señor Saotome"?
-No...
ya no.
-¿Por
qué?
Ranma
clavó su mirada nuevamente en la de su esposa.
-Pues
porque de nuevo estás conmigo.
Akane
se sorprendió ante esta respuesta y le dedicó una hermosa sonrisa que lo dejó
embelesado, tanto, que volvió a la realidad en el momento en que sintió un beso
fugaz en sus labios. Ella después de esto, volvió a acomodarse en su abrazo.
Las
enormes cascadas de luces que explotaban en el cielo, iluminaban las caritas de
ambos niños que continuaban observando. Akane los veía ahí, delante suyo,
sintiendo una felicidad indescriptible que inundaba todo su corazón.
-¿Sabes
Ranma? Algo me dice que este año será muy bueno. Esto podría ser sólo el
comienzo de otra gran aventura.
El
joven Saotome negó con la cabeza.
-Es
más que eso... La aventura ya empezó- se detuvo por un momento. -Yo más bien
creo que esto es sólo el comienzo... pero de una grandiosa realidad...
FIN
* El collar de cerezo que Ranma le devuelve a Akane es uno
que una mujer extraña le obsequia en el fanfic “Una Sorpresa para Ranma”.
Hola a todos!!!
Pues aquí estamos de nuevo empezando el año con este pequeño
Oneshot, que espero les guste. Les cuento que este relato ni siquiera estaba
planeado, simplemente surgió en noche vieja, mientras esperaba que mi familia
se terminar a de arreglar para ir a dar gracias. Sé que es un cuento sencillo y
que a la vez levanta muchas interrogantes, pero prometo resolverlas en un par de historias futuras que tengo
planeadas, por ahora espero que hayan
disfrutado la manera en que la familia Tendo disfruta la llegada de un año más.
Y pues hablando de este 2005, les deseo lo mejor del mundo a
todos ustedes y espero que logren cristalizar todas sus metas y propósitos.
Reciban un gran saludo de su siempre amiga:
Lita.
NOTAS FINALES:
Historia original de Virginia Córdova.
Basada en Ranma 1/2, creado por Rumiko Takahashi.
Todos los personajes son propiedad de Rumiko Takahashi
y Shogakukan.
Mis agradecimientos a Sergio Córdova por ayudarme en la elaboración y chequeo de
esta historia.
FRAGMENTO DE AÑO NUEVO: Cortazar, Gto. , México, 14 de enero de 2005.
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