Los
personajes de Ranma ½ son propiedad de su autora, su editorial y todo lo demás.
Yo solamente los he tomado prestados para divertirme un poco, no espero obtener
ganancias económicas. Por favor no me denuncien, que ya tengo suficiente con
cierto co-protagonista de la serie original.
*toc toc*
permítanme
un segundo...hablando del rey de roma...
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No, kuno
baby, ya te dije que aunque este episodio trate de magia tú no estarás en él y
tampoco Gosunkugi...¡oye, más te vale que no intentes nada con ese
bokken!...este...¡¡¡seguridad!!!
*pum* *pock* *crash*
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este…¿en
qué iba?
Por favor,
llamen a una ambulancia, aquí los restos de WarriorQueenFC
No, en
realidad iba a decir que disfrutaran el fic
¿qué
creyeron? ¿Que no podía con un patético aspirante a samurai? ¡ja!
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EN UNA NOCHE SIN ESTRELLAS
Por:
WarriorQueenFC (mail al final)
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La
oscuridad dominaba Nérima. La luz de la luna no brillaba, así como tampoco los
luceros, ni siquiera las luciérnagas hacían acto de presencia; Esta era una
noche extraña, mágica, encantada; pero ningún ser humano se daba cuenta de
ello, todos estaban ocupados en sus propios asuntos, por lo cual no pudieron
ver el extraño fenómeno.
Las nubes
resplandecieron por un instante mientras el centro del planeta temblaba. Los
cielos y los abismos se estremecieron por el acontecimiento tan esperado por
algunos y temido por otros. Las hojas de los árboles absorbían la electricidad
del aire, sin pensar que traía consigo la muerte.
En el
interior de una casa tradicional, antigua, marcada con los rastros de numerosas
vidas la fatalidad esperaba su turno para victimar a otro inocente.
-¡Rugido de
León!-
El niño era
demasiado pequeño; así parecía comparado con la cantidad de energía que
expulsaba.
-¡no! ¡no
está bien!
El que
habló era un hombre corpulento, lucía sobre su rostro una gran cicatriz desde
lo que una vez había sido su ojo izquierdo hasta la mandíbula; su cabello
estaba atado en una cola de caballo por una bandana negra en puntos amarillos.
-¡lo hice
tal como tú!-
protestó el
chiquillo. No demostraba horror ni temor a la vista de su acompañante y, al
parecer, entrenador. Sus hermosos ojos café brillaban entusiasmados, su cabello
era muy largo para alguien de su edad y estaba trenzado cayendo sobre su
espalda, algunos mechones rebeldes escapaban en su frente y tapaban parte de
sus facciones.
-¡de
ninguna manera!-
El hombre
habló sin volverse a mirarlo o moverse de su lugar, mantenía su único ojo
cerrado y la cabeza baja. De pronto alzó una de sus manos apuntando hacia la
dirección en donde estaba el niño. Una ráfaga de energía oscura impactó de
lleno al chiquitín enviándolo a una poza de fango unos metros más allá.
-¡guac!-
fue lo
único que consiguió decir el pequeño
-te
quedarás ahí hasta mañana Usama-
Después de
dar con frialdad semejante orden el mayor se introdujo en su bolsa de dormir.
Por un momento sólo hubo silencio. Luego hubo un sollozo, y después otro más,
por último un susurro lacrimoso
-Pa...¿Papá?
¿mamá?
No hubo
respuesta, sólo el arreciar del viento golpeando con fuerza sobre su rostro,
cegando sus ojos color chocolate. Vencido por la fatiga acumulada del día,
quizá de meses o años o toda una vida el chiquito perdió la conciencia
hundiéndose en el fango que lo absorbió.
Por un
momento le pareció estar soñando, en sus labios saboreaba una deliciosa
malteada de vainilla, ante la mirada divertida de una señora y un tipo que se
peinaba como él. Luego sintió unas manos cálidas tomando la suya, volvió la
mirada hacia arriba y vio a los mismos mayores de antes, los rayos del sol le
impedían ver sus rostros, sintió que lo alzaban unos poderosos brazos y pudo
verla a ella, sus ojos oscuros, como los de él, su sonrisa bonita, ella le puso
la mano sobre la cabeza y él se sintió amado. Luego vinieron los golpes, los
maltratos, los insultos y el causante de ellos: el tipo de la cicatriz. Había
también una abuelita sobre una rama de árbol, una señora de cabellos chistosos
¿su mamá? y su querido patito con lentes. Luego estuvo muy cansado por caminar
tanto todos los días, a veces por el mismo lugar ¿qué lugar era ese?.
Tenía mucho
miedo, lo único que quería era alguien que estuviera ahí con él, quería que la
señora de ojos café le tomara de la mano y lo arrullara contra su pecho como lo
hizo cuando era más pequeño.
Luego vio
una luz muy hermosa...y ahí estaba ella...la señora de sus sueños. Miró la mano
que le tendía y no dudó. Tenía que ir con ella. Ella sí lo quería, su sonrisa
lo hacía sentir protegido. Tomó su mano y caminó con ella, no sabía donde iba,
pero sentía que era un lugar donde sería muy feliz.
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- - - -
-¿Akane?-
El hombre
de pelo revuelto hablaba ante una lápida en uno de los tantos pasillos del
cementerio.
-Sé que
puedes escucharme. También sé que no me contestas porque estás molesta conmigo.
Yo...yo...yo te fallé...
Las
lágrimas rodaban por el masculino rostro haciéndolo parecer extrañamente duro y
amargado
-Te fallé
en todo lo que importaba. No...no estuve a tu lado cuando...cuando ellos
vinieron...Fui un completo idiota.
Las fuerzas
parecieron abandonarlo y cayó sobre sus rodillas.
-Me porté
como lo que siempre me acusaste de ser...un perfecto engreído...un ingenuo...un
tarado.
Acarició el
nombre grabado en la lápida con sus ateridos dedos
-Pero ya
tendrás tiempo de castigarme cuando nos volvamos a ver...estoy tan solo sin ti.
Tu eras mi vida. Ahora estoy muerto, aunque los dioses insisten en mantenerme
en este mundo. Te prometo algo...no descansaré hasta hacerles pagar a todos lo
que nos hicieron...vengaré a Tetsuo. En realidad, tal vez nunca nos veamos,
porque yo partiré de este mundo con demasiada sangre sobre mis manos; pero
recuerda que todo lo bueno que hubo alguna vez en mí te pertenece...les
pertenece a ti y a Tetsuo...Cuída de él y ámalo por mí.
Con una
expresión de odio y frialdad que contrastaba con todas las que había mostrado
en el transcurso de su visita. El hombre, vestido con un atuendo chino en
negro, abandonó con paso firme el lugar. La inscripción sobre la tumba pareció
resplandecer con un extraño brillo; pero tal vez sólo había sido el sol...
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-¿por...porqué
Aireen?-
Una hermosa
mujer de cabellos morados observaba aterrorizada al hombre ante ella, él la
asustaba aún más que la muerte que pronto llegaría. En realidad...temía que su
destino no fuera morir.
-Sabes la
respuesta...tú destruiste mi vida, tú me quitaste lo único que amé.
-yo...lo...
siento
-sentirlo
no me regresará a mi esposa y a mi hijo-
con esas
palabras decidió el destino de la frágil vida frente a él.
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- - - -
-¡No puedes
vencerme!-
La anciana
dijo desafiante
-¿porqué?
Fue la
única palabra que salió de sus labios. Observó a su maestra de los días de
antaño, a su entrenadora en los días felices en que su única preocupación era
evitar un baño de agua fría.
-Ellos te
convirtieron en un guerrero débil. Tan débil que ni siquiera pudiste
protegerlos. Tu destino es grande, tu destino estaba escrito en los astros.
Nunca debiste dejar esta aldea. Nunca debiste escapar. Tú los mataste. Tu
estúpida rebeldía y arrogancia acabaron con ellos. Puedes estar satisfecho, has
logrado lo que muchos nunca pudieron. Eres el mejor en el estilo libre. Mi
misión ha terminado. No me necesitas...como tampoco los necesitaste nunca a
ellos.
No bien
había pronunciado las palabras, la anciana sacó una daga de entre sus ropas y
se quitó la vida.
El hombre
miró con satisfacción el frágil cuerpo inerte. Después se retiró; aún tenía
personas que...visitar.
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- - - -
-¡cuaqc!-
Aunque fuera
un ganso, no era digno de compasión. Vació agua caliente sobre él, quería verlo
morir en su forma humana. El cambio nunca ocurrió. Sin poder idear algo más,
simplemente lo degolló.
Un
resplandor envolvió el cuerpo del ave transformándola en lo que alguna vez fue:
un guerrero chino de largos cabellos negros y ojos azules, con una mirada tan
noble como la que le dirigió antes de decirle
-gracias...ahora
todo ha terminado y tú encontrarás tu verdadero destino. No te sientas culpable
por esto. Era necesario para deshacer la magia...Perdóname...
Él no lo
comprendió, después de todo ya no creía en nada.
-Recuerda...-dijo
con dificultad el agonizante-Usama está vivo...y espera que tú lo
encuentres...hazlo por Akane... el cerdo lo tiene... ¡Sál...sálvalo!¡Dile...que...lo
quiero!
Observó el
penúltimo de sus objetivos morir y se arrepintió de haberlo matado. Ése pato no
merecía paz y con la muerte la había encontrado. ¿qué quiso decir con Usama?.
En alguna parte de su mente un recuerdo silenciado por la magia oscura encontró
su camino hacia la luz.
* * * * *
Era de madrugada, las calles estaban desiertas, pero él corría a toda velocidad
sin importarle nada más que la mujer que llevaba entre sus brazos. Fueron horas
de espera en la clínica y luego un hombre sonriente le dijo que pasara. Ella
estaba ahí...y también ellos...él le llamó Tetsuo y ella escogió el nombre de
Usama.* * * * *
Él tenía
dos hijos. Una esposa y dos hijos. Su esposa y uno de los chicos fueron
asesinados hacía más de tres años por los amazonas. Él peleaba contra un
enemigo muy poderoso que empleaba magia oculta. Después pasó mucho tiempo antes
que recordara quién era. Antes que comprendiera que él no era un amazon, sino
un guerrero del combate libre, heredero de su dinastía, casado con la heredera
de la otra dinastía. Una parte de su mente y su corazón lucharon contra la
magia y vencieron; pero fue demasiado tarde: ella se había ido junto con sus
hijos; no lo abandonó como le hicieron creer cuando empezó a recuperar la
memoria; simplemente murió. Esa era la verdad; pero se resistió a creerla
porque ¿qué merecía la pena creer? ¿acaso no todo eran ilusiones implantadas
por la magia?
Ahora tenía
una misión más: descubrir si lo que el antiguo compañero de aventuras le había
dicho antes de morir era verdad. Tenía que recuperar su pasado aunque perdiera
la cordura en el proceso; si uno de sus hijos vivía, lo encontraría. Sólo tenía
que recordar quién era el cerdo.
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- - - -
-te
quedarás ahí hasta mañana, Usama-
Parecía un
hombre...¿y había dicho Usama?. Decidido saltó la barda de esa propiedad
abandonada, era un terreno muy grande; pero todo estaba deteriorado, parecía
que nadie hubiera vivido ahí por décadas. Pudo ver a alguien acampando en lo
que parecía el patio trasero, un hombre se acomodaba para dormir mientras un
niño se hundía lentamente en una poza de fango. No podía ver los rasgos del
pequeño con claridad, pero sí pudo ver un resplandor junto a él. Sus ojos
perdieron cualquier otra emoción para iluminarse con el más puro amor. Eso lo
contagió y le devolvió los días perdidos en las profundidades de su alma.
Él y su esposa caminando con sus hijos, llevándolos a la heladería; su
amada arrullándolos por las noches. Su esposa...tenía el mismo resplandor que parecía
rodear a ese niño.
Sin dudarlo
más, llegó hasta el borde de la poza y asió con fuerza la mano del pequeñín,
cuando la tocó todo el mundo desapareció. Se sintió arrastrado por una potente
sensación de vértigo y después no hubo nada...sólo el vacío.
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- - - -
-Todo está
bien ahora... amor mío-
La dulzura
de su voz le provocaba deseos de llorar. Ella estaba ahí, en alguna parte de
esa oscuridad que lo rodeaba. De pronto la vio, una inmensa luz que estalló
frente a él llenándolo de calidez, devolviéndole su humanidad tan sólo por un
breve instante, llenándolo de amor.
-¡no me
dejes!-suplicó desesperado, tratando de aferrarse a algo que no tenía cuerpo,
sólo esencia.
-jamás lo
haré... siempre estaré contigo... cuida de él y ámalo por mí.
Todo se
desvaneció y se encontró en el mismo lugar que antes; el pequeño yacía
recostado en su regazo... ¿era su hijo?. No lo sabía. No recordaba rostros ni
épocas, sólo recordaba el dolor, el dolor de su maldición, el dolor de perderlo
todo, el dolor de no poder cambiar el destino. El sufrimiento se anidó en su
alma y nada podría cambiarlo. ¿cómo ser feliz si no era capaz de perdonarse?.
Sus recuerdos quedaron silenciados por la amargura de su corazón y la culpa que
lo corroía. Ese pequeño ¿porqué estaba con él? ¿porqué lo había salvado?. La
magia era tan poderosa que volvió a actuar en él, arrebatándole sus recuerdos,
arrebatándole ese instante.
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- - - -
-¡Bakusai
Tenketsu!-
El suelo
pareció estallar a su alrededor. Abrazó al pequeño y trató de escapar. La
desesperanza lo invadió, ¿cómo podía escapar de un ataque tan poderoso?.
Intentó poner a salvo al niño; pero fue imposible, no pudo pensar en un lugar
seguro, tendría que pelear con él de por medio. De algo estaba seguro: no
volvería a huir. Todo terminaría aquí y ahora
-¿te
conozco?-no entendía porqué ese hombre desfigurado lo atacaba.
-¡¿Ranma?!
¡¡¿cómo escapaste?!!
-La momia y
los demás están muertos- repuso sin emoción
-¡je!
Parece que te subestimé- una mueca de desprecio se adivinaba entre las
cicatrices. Él sintió sus sienes estallar ante la visión del hombre de la
bandana.
-Tú eres...
tú eres...
-No te
esfuerces. Cologne selló tus recuerdos...como yo sellaré tu existencia.
-¿Mis
recuerdos?...
-¿crees que
conoces toda la verdad?-el tono era de profunda lástima, mezclado con
satisfacción- ¡nunca sabrás lo que ocurrió! ¡estás condenado a ser quien debes
ser! ¡debes cumplir tu destino!
-¡¡Eso está
por verse P-Chan!!-no sabía porqué lo llamaba así; pero pareció afectarlo
profundamente.
-¡Tornado
de fuego!-otra vez estaba en medio de una gran explosión, pero esta parecía más
potente, más invencible. ¡ja! ¿invencible?. Él era el invencible. Él era...
era... ¿quién era?... no importaba ¡Él nunca perdía un combate!. De pronto
recordó...¡Tenía que atraparlo en una espiral!
-¡Hiriyu
shoten ha!- El cuerpo inerte de su más acérrimo enemigo cayó sobre el calcinado
pasto. Por un momento dudó en acabar con él; pero al sentir la calidez del niño
entre sus brazos todo rastro de indecisión se esfumó. Lo hizo rápido y
eficientemente.
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- - - -
-Soy... yo
soy... Ran..¡Ranma!. Ranma Saotome, heredero del estilo de combate libre de la
secta Saotome y nunca he perdido un combate- su visión se nubló y su cuerpo se
desplomó, tan inconsciente como el infante que sostenía entre sus brazos. Por
primera vez en mucho tiempo su expresión era de paz.
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- - - -
su memoria
volvió. Un ataque masivo de recuerdos aislados.
-¡Bien
hecho hijo!-era la voz de su padre.
-¡gracias
por todo Ranma-el amigo de su padre, para variar lloraba; pero esta vez no le
pareció exagerado, sino aliviado.
-¡vaya, me
equivoqué contigo Saotome!¡perdí 10,000 yens!-¡¡¿¿??!!
-¿Ranma?
¿podrías ir a llamar a Akane? La comida está lista-la sonrisa de la chica de
largo cabello café era muy hermosa.
-¡¡¡Ranma
no baka!!!-realmente tenía que aprender a cerrar la boca si quería sobrevivir
hasta los 20, pensó mientras volaba.
-¡wo hai ni
Aireen!-¿porqué siempre aterrizaba su bicicleta sobre él?
-¡Ra-chan!-¡ah!
Otro desayuno delicioso. Okonomiyaki
-¡Ranma
Saotome!...-ese chico parecía lunático con ese bokken
-¡Ranma
Saotome!...-¿para que quería el flaco ese muñeco de paja con trenza?
-¡Ranma
Saotome!...-El chico de lentes era un perfecto idiota
-¡ríndete
prometido!-una abuela sobre un bastón esquivaba sus ataques
-¡La
maldición de Jusenkyo terminará contigo!-el hechicero de túnica esmeralda
sostenía el único resto de Nanyichuan sobre Akane, una doble dosis de magia de
los estanques y su alma estaría prisionera para servirle por la eternidad.
Él nunca
permitiría que nada malo le sucediera, tenía que pensar rápido y lo hizo,
utilizó el último rastro de su energía para evaporar el agua antes que cayera
sobre su amada. Mousse también reaccionó y saltó para recibir el líquido
restante, inmediatamente la magia cobró carácter permanente: donde estaba el
chico simplemente apareció un ganso. Él se estremeció. Había buscado esa agua
por años, y ahora descubría que no servía, que simplemente sellaba la magia y
aprisionaba a la persona en su maldición. ¡la vieja momia siempre lo supo!
Luego todo
se volvió caos. Las amazonas atacaron; los rodeaban tanto a él como a su
familia. Él vio a su esposa morir a manos de Cologne.
-¡¡¡Tetsuo!!!-su
hijo tuvo la mala fortuna de ser alcanzado por uno de los ataques de Ryoga; era
fuerte, pero demasiado pequeño. Apenas tres años. ¿Dónde estaba Usama?. Miró
hacia todas partes pero sólo consiguió distraerse el tiempo suficiente para que
la amazona de cabellos morados utilizara el shiatsu y la magia para
debilitarlo. Su energía escapaba de él. Cologne llegó entonces y presionó unos
cuantos puntos en su cabeza y pecho.
Cuando
despertó estaba en la aldea cercana a Jusenkyo; él era el esposo de una
amazona, nacido amazon, el mejor guerrero de la tribu. No recordaba su pasado,
pero ellos se encargaron de contárselo: era huérfano, había sido entrenado por
la mejor guerrera, bisabuela de su esposa. Él les pidió tiempo para
recuperarse, en ese transcurso ella lo odió, lo odió porque él no podía amarla
y él se convirtió en un paria dentro de su pueblo gracias a ella y la momia.
Después
vino su encuentro con el guía de los manantiales malditos. Él tenía prohibido
acercarse ahí; eran las normas de la tribu; pero lo hizo de cualquier manera,
sentía que la magia lo llamaba, sentía que todas las respuestas que buscaba
estaban en ese lugar. Las encontró. Encontró una verdad que jamás hubiera
imaginado. Pero la magia lo traicionó de nuevo apoderándose de su mente y
silenciándola por mucho tiempo más.
Lo único
que ese hombre bajito, que se había infiltrado en la tribu, le dijo antes de
morir era que debía acabar con su esposa y la momia; que entonces lo entendería
todo; que entonces, la magia lo liberaría. No se decidió. No se atrevió hasta
que vio a una inocente guerrera morir a manos de la amazona heredera, por una
razón estúpida. Entonces un nombre resonó en su mente “Akane”, seguido de otro
más “Japón”. Partió sin decirles y buscó por muchos meses hasta que llegó al
cementerio de Nérima. Entonces sus recuerdos regresaron el tiempo suficiente
para que su misión estuviera clara.
Después la
muerte...
Después el
niño...
¿Y
ahora?...
- - - - - -
- - - -
-“cuida de
él y ámalo por mí”-
Las
palabras parecían susurradas por la suave brisa que acariciaba los cuerpos de
un hombre y un niño cuyos rasgos eran muy semejantes.
Se
encontraban inconscientes en medio de un descuidado jardín que lucía las
huellas de un gran combate. La propiedad en ruinas era de estilo tradicional y
abarcaba una manzana entera. Todo estaba completamente inservible. Cubierto de
polvo y lo que no, convertido en cenizas. Los que otrora fueron árboles
hermosos se habían secado dándole a la casa un aspecto siniestro.
En la fosa
de fango, la cual parecía haber sido antes una poza natural, un cerdo negro
agonizaba, su mirada reveló una infinita tristeza y un dolor inextinguible
antes de apagarse para siempre.
- - - - - -
- - - -
-¿estás
bien?-
La voz del
niño lo despertó. Luchó por recuperar la conciencia. No recordaba lo que había
sucedido. Lo único que recordaba era que había salido a ayudar a las
autoridades con un delincuente muy poderoso y que Akane se angustió mucho. Eso
era...seguramente lo había golpeado con su famoso mazo nada más llegó. Abrió
los ojos con esfuerzo y la realidad que ellos le mostraron fue una pesadilla.
-¿Usama?-Lo
único que recordaba perfectamente era al niño frente a él. Pero no podía
explicarse ¿porqué parecía tan grande? Y ¿porqué estaba herido?
-¡Hey!
¡sabes mi nombre!-
-Por
supuesto que lo sé. Soy tu padre-
Algo no
andaba bien. El chiquillo lo miró asustado por un momento; pero después se
tranquilizó y sonrió.
-¿en serio?
Parece que te dieron un buen golpe
-Podrías
decirme ¿a qué estás jugando esta vez?
-A nada.
Vine con mi maestro a un viaje de entrenamiento; pero él ya no está, tú
peleaste con él ¿qué hiciste para que huyera?
Ante esto,
se volvió a mirar alrededor buscando al tal maestro y estuvo a punto de sufrir
un ataque al corazón...
Se
encontraba en el dojo Tendo; o lo que parecía haber sido alguna vez su hogar.
Ahora no eran más que ruinas. ¡¡¡Akane!!!¡¡¡Tetuso!!! Pensó angustiado ¡¡¡¿qué
demonios está pasando?!!!. Intentó pensar razonablemente y entonces miró al
niño. Su hijo. Entendió lo que estaba mal.
-Usama...¿cuántos
años tienes?
-seis
Algo andaba
muy, pero muy mal. Usama debería tener tres años...¿qué pasó con el
tiempo?...tal vez el niño le daría alguna pista.
-¿dónde
están tu mamá y tu hermano?-trataba de sonar tranquilo; pero no lo consiguió a
juzgar por la mirada de tristeza que le dirigió el chiquillo.
-yo no
tengo hermanos...mi mamá me dijo que debía venir con el maestro porque él me
haría un gran combatiente-su mirada se entristeció más- dijo también que yo era
un estorbo para ella y también lo dijo la abuela.
Eso no
sonaba lógico. Akane jamás dejaría a Usama, mucho menos en las manos de Ryoga.
En seguida pensó algo.
-Dime
chico...¿cómo era tu madre?
-Es muy
bonita, tiene cabellos muy largos de color chistoso
-¿chistoso?
-Sí, era
muy raro, como el de los golpes cuando son muy fuertes
¡¡Shampoo!!
Pensó asombrado y alarmado a la vez. Enseguida supo quién era la ‘abuela’ del
chico. ¡¡Malditos!! Pensó lleno de rabia. El guía de Jusenkyo le había dicho la
verdad. Enseguida puso todo su esfuerzo en controlarse. Tenía que conocerlo
todo. Aunque presentía que era demasiado doloroso.
-¿porqué
viven aquí?
-Es una
casa abandonada. Además el maestro siempre se que se equivoca de ruta termina
llegando aquí.
-¿no sabes
qué pasó con los que vivían aquí?
-Mi maestro
me dijo que eran sus amigos.
-¿Los viste
alguna vez?
-No...parece
que todos murieron...eso dijo él.
El
chiquillo miró con curiosidad y asombro cómo el hombre se soltaba a llorar
desconsoladamente. No entendía porqué lo hacía. Parecía más valiente. Le había
dado una paliza al maestro. No entendía porqué un hombre tan grande lloraba.
- - - - - -
- - - -
-¡Es la
señora de mi sueño!-
Exclamó el
niño sin poder contenerse. Su padre lo miró asombrado. De manera que él todavía
recordaba a Akane. Tal vez no fuera un sueño, tal vez el niño aún conservaba
algo de memoria. Había temido que la anciana hubiera utilizado el shiatsu en él
para hacerlo olvidar; pero una esperanza resurgió en su corazón.
-¿de tu
sueño?- antes de que pudiera preguntar algo más el niño le contó
-Cuando el
maestro me golpeaba- el hombre sintió furia ante esas palabras. Era una lástima
que el cerdo ya estuviera muerto, pensó. De lo contrario hubiera devuelto esos
golpes uno por uno al triple-y me enviaba a la poza como castigo yo veía a esa
señora; ella era muy buena, me abrazaba y yo sentía muy bonito...¿porqué está
su foto aquí?
-bueno tal parece que ella vivía aquí-trató de explicarle sin sonar
apesadumbrado. Presentía que Usama sí veía a Akane...como espectro. Había
decidido explorar la casa. No había nada en su interior. La foto de Akane
estaba tirada en el suelo, se había opacado con el tiempo. Recordó cuándo la
tomó Nabiki, fue unos días después que los gemelos habían nacido. Ella estaba
algo sentimental sobre su belleza y su hermana Kasumi se había esmerado en
arreglarla, después Nabiki entró en acción y Akane se convenció de que nada
malo había sucedido con ella. Suspiró. Tenía que saber la verdad.
-oye chico,
¿puedo llamarte Usama? ¿Quieres venir conmigo a lugar donde vivo? No creo que
tu maestro regrese en mucho tiempo- “nunca es demasiado pronto” pensó en
silencio. El niño asintió con ojos brillantes.
- - - - - -
- - -
-¡corre
Usama! ¡¡sal de aquí!!-
Todo era tan
confuso. Se disponían a abandonar la casa cuando una fuerza desconocida los
lanzó contra el muro. Una sombra pareció cobrar vida al tiempo que las nubes se
arremolinaban en el cielo. El hombre pudo ver que el niño corría hacia el
patio; sabiéndolo a salvo se dispuso a pelear: no moriría hasta conocer todo lo
que había pasado.
-¡¡Muere
maldito Saotome!!-la sombra tomó forma: un reflejo de él mismo, sólo que
femenino y con el cabello rojo
-¿quién
eres tú?-Luchaba con todas sus fuerzas por esquivar los ataques. No se
explicaba porqué estaba ella ahí, después de todo su maldición había terminado
hacía mucho tiempo. Cuando se convirtió en un amazon la anciana lo curó y
también a su nieta; no con magia de Jusenkyo, sino con artes ocultas Amazonas.
-¿no me reconoces?
¿no reconoces a tu ama...sirviente? ¡¡¿cómo pudiste olvidarme después de todo
lo que hice por tí?!!
-¡¿lo que
hiciste por mí?!
-¡¡eres
sólo un estúpido mortal!!-la pelirroja conocía hasta sus mejores trucos,
aquellos que nunca había utilizado. ¡diablos!
-¿y qué
eres tú?-
-¡¡yo soy
el poder!! Te di la gloria y tu me pagaste condenándome a vivir para siempre en
la nada.
-No te debo
nada ¡¿qué hiciste con mi familia?! ¡¿qué le hiciste a Akane y Tetsuo?!
-Ellos han
encontrado su destino...muy lejos del tuyo. ¡Nunca podrás volver a verlos!
-¡¡¿porqué?!!
¡¡maldita seas!!
-Ellos te
alejaron de tu destino. Evitaron que poseyera tu corazón. Ellos hicieron que me
devolvieras al estanque. ¡Me despreciaste por una estúpida e inútil mortal!.
-¡¡¡cállate!!!-
Su energía se desbordó y aniquiló a la sombra. Esta se dispersó y pareció
inundar la habitación. La antigua sala de la casa.
-Eres un
perdedor ¡¡morirás por haberte atrevido a desafiar a una reina amazona!! ¡¡te
arrepentirás de lo que le hiciste a mis fieles sirvientes!!
-¿Porqué no
les das las condolencias en persona?
Tenía que
intentarlo, después de todo aún tenía que saber el resto de la historia.
Dividió su energía en dos polos opuestos. Los espectros eran energía neutra y
sólo podían ser absorbidos por una combinación de energía positiva y negativa.
Luchó por mantener el control pero ella era más fuerte. Una explosión de
oscuridad lo envolvió.
-¡por fin
serás mío!- la voz de su alter ego resonaba en su cabeza. Vislumbró una imagen
siniestra. Los observó a todos ellos, los culpables de su infelicidad. Todos
estaban muertos bajo sus manos. Todos excepto Shampoo, a quien había devuelto
la maldición para sellarla en su forma de gato. No le importó; su sed de
venganza no se había apagado. Por el contrario, seguía latiendo muy dentro de
él, en lo más profundo de su alma.
De repente
supo que su vida entera estaría dedicada a la venganza. Él lo presintió aquel
día ante la tumba de su amada...¿su amada?, en realidad no era correcto
llamarle así porque él era incapaz de amar. Él era un poderoso aliado de las
fuerzas de la oscuridad. Él tendría una vida distinta a partir de ese momento.
Él le demostraría a todo el mundo lo inútil que era el amor.
-¡abandónate
a mí!-indicó la chica pelirroja al tiempo que se acercaba para unir sus manos
con las suyas.
Su cuerpo
empezó a resplandecer en medio de una luz púrpura transmitiéndole energía
negativa al hombre que una vez había sido su morada. Pronto la expresión de
Ranma cambió por completo. Ahora conocía su misión.
- - - - - -
- - - -
Debía
encontrar nuevas víctimas para la maldición de Jusenkyo. Tenía que lograr que
todo volviera a repetirse. Con ese objetivo en su mente se dispuso a abandonar
la propiedad Tendo.
-¡oye!
¿dónde vas?-el niño lo persiguió a través del patio de entrada.
-No te
importa-fue su seca respuesta
-¡dijiste
que me llevarías contigo!-el chiquito no vio que la mirada de ese hombre había
cambiado completamente; y tampoco vio cuando lo atacó con una esfera de
energía.
-¡muere!-cuando
el niño cayó, víctima de un ataque más poderoso que el que utilizara contra el
cerdo algo estalló entre sus sienes.
-¡¡no puede
ser!!-exclamó desesperado mientras corría hacia la criatura-¡¡usama!!-lo
levantó en sus brazos implorando por su vida; pero el pequeñín no reaccionó-
-¡¡¡noooo!!!-el
dolor fue demasiado y no consiguió soportarlo.
- - - - - -
- - - -
Un hombre y
un niño yacían nuevamente en las ruinas de la propiedad Tendo. Ninguno de ellos
parecía tener vida. En el cielo, oscurecido por gruesos nubarrones, un tornado
de proporciones descomunales empezaba a nacer. La fuerza del viento los
absorbió transportándolos a las alturas.
- - - - - -
- - - -
-¡¿Es
él?!-una figura de alas negras esperaba en las alturas, justo donde concluía el
tornado.
-Sí,
Dayku-La joven pelirroja que era la imagen femenina de Ranma se aproximó al
extraño ser.
-¿qué
pretendes Vesta?-
-Él será mi
nuevo cuerpo, después de todo, no hay nadie más poderoso entre los mortales.
-No creo
que sea buena idea...Princesa...subyugar a un heredero de la oscuridad-Ante los
dos apareció un ser mitad bestia, mitad humano
-¡¡Vaderu!!-los
dos se sorprendieron sobremanera ante su llegada.
-¡¡déjenlos
en libertad!!-
-¡de
ninguna manera!-protestó la mujer-¡Él es mío ahora!
-¡El es el
descendiente del Ángel Caído!-espetó el llamado Vaderu-¡tú no eres más que una
miserable demonio que fue condenada a permanecer prisionera en el mundo mortal!
¡nada puedes contra el Supremo Mal!
-¡El es
sólo un mortal!
-Bueno...si
eso es lo que crees...adelante-con esas palabras el recién llegado desapareció
dejándolos nuevamente solos.
- - - - - -
- - - -
Usama
despertó confundido. Soñó que estaba volando. El viento golpeaba sus oídos con
fuerza silenciando hasta sus pensamientos. Paseó la vista alrededor y descubrió
que no era un sueño: estaba suspendido en el aire. No sintió miedo, a lo sumo
la excitación que se apoderaba de él antes de aprender una nueva técnica.
-¡No tengas
miedo!- ante él se encontraba la señora de sus sueños. Era tan bonita como la
recordaba y una luz de muchos colores la rodeaba.
-¿mamá?-no
supo porqué la llamó así; pero parecía bien. Ella se acercó y lo abrazó, sintió
que un calor muy hermoso se apoderaba de él. Se sintió protegido, seguro, a
salvo.
-Si Usama.
Yo soy tu madre-él lloró de emoción. El miedo se había ido para siempre.
-Escucha
hijo, tienes que salir de aquí ¡pronto!-con estas palabras él se sintió
impulsado por una extraña energía que lo lanzó hacia el exterior del tornado
- - - - - -
- - - -
Ranma se
sentía extraño. Estaba en medio de un gran remolino pero eso no le importaba.
Contuvo un grito de dolor al recordar lo sucedido a su familia. ¡¡El había
matado a Usama!!.
-No fuiste
tú amor...-la dulzura en la voz de Akane lo sorprendió. Giró en el aire
buscándola, ella estaba ahí con él, en medio del remolino. Tan hermosa como la
recordaba.
-¡¡Akane!!-tenía
miedo de mirarla; pero no quería dejar de hacerlo. Ella estaba ahí, con él, eso
era todo lo que importaba. Las lágrimas escaparon de sus ojos.
-Amor
mío...no puedes rendirte... no ahora que el final se acerca-su voz era dulce y
cálida a la vez que angustiada. Como siempre él había hecho que se
preocupara...-¡Usama está bien, está vivo!
-¿Akane?
-Tienes que
destruirla...por Usama; ella irá tras él...porque es un Saotome. La magia se
acabará con su muerte. Jusenkyo no será el mismo nunca más. Hazlo por todo lo
que hemos sufrido...
-¡¿quién es
ella?!-no hubo respuesta...sólo el silencio. El tornado se desvaneció y él cayó
nuevamente hacia la casa.
- - - - - -
- - - -
-¡Tú me
perteneces!-La pelirroja se materializó en la habitación vacía y polvorienta.
-¡Yo no me
rindo ante nadie!-
-¡Estúpido
mortal! ¡no permitiré que arruines tantos siglos de trabajo! ¡esperé demasiado
para ser libre!-con esto ella descargó ráfagas de energía que parecieron
traspasar su cuerpo haciéndolo sufrir lo indecible. Aunque no lograba
explicarse la razón de que estuviera resistiendo tanto.
-¡Volverás
a tu prisión!¡¿cómo te atreves a desafiar a tu amo?!-señaló triunfante al
comprender que la victoria era suya. Concentró su atención en la energía
negativa que recorría todo su cuerpo. Entonces ocurrió. En su espalda
aparecieron dos pares de alas negras, todo su cuerpo sufrió una metamorfosis
inmediata adquiriendo un brillo oscuro, su rostro; sin embargo, continuó tan
varonil como siempre. Con un diestro movimiento hizo surgir una ráfaga de luz
que hirió a la pelirroja.
-¡Basta
Ranma!-esa voz...se volvió enfurecido porque alguien se atrevía a importunarlo.
De pronto la vio. Un resplandor cálido que lo enfureció. La energía se
concentró en sus manos para preparar el siguiente ataque. No permitiría que
nadie interfiriera en sus planes.
-¡¡Ranma!!-fue
lo único que ella consiguió decir antes que la poderosa energía la golpeara. No
se atrevió a enfrentarse a él; así que lo único que pudo hacer fue salvar a
Usama protegiéndolo con su energía.
-Ranma...-Ella
no podía creerlo. Él la había atacado. La guardiana le había advertido que eso
podía suceder pero...¿cómo explicárselo a su corazón? ¿cómo superar el hecho de
que ella lo amaba y él era incapaz de amar? ¿cómo explicar el odio que había
visto en su mirada? Él ya no era aquel chico que conoció. Su destino estaba
separado del de ella por un abismo infranqueable. No pudo hacer nada, salvo
abandonarse a sus manos. Si él quería su vida de nuevo con gusto se la daría
una y mil veces más.
- - - - - -
- - - -
-¡Detesto a
la Luz y sus sirvientes!-fue lo primero que le dijo a la hermosa criatura que
se encontraba frente a él. Vencida.
-Ranma...-ella
estaba sufriendo. Bien. Seguir a la Luz siempre hacía sufrir. ¿porqué lo
llamaba así? ¿porqué lo veía como si...? ¡Maldita sea! Por supuesto que tenía
que verlo así. Ella era una criatura de los cielos. TODAS eran así. Todas
amaban. Claro, amaban a todo aquél que amara a la Luz. En el fondo eran tan
crueles como aquellos que lo seguían a él. Ella pronto dejaría de amarlo,
porque él servía a la oscuridad. Ella dejaría de amar a cualquiera muy pronto,
porque él la destruiría. Entonces se percató del pequeño cuerpo mortal que
protegía. Un niño. Uno muy poderoso. Tenía que asegurarse que él estaría al
servicio de la oscuridad.
-¡¡Ranma!!
¡¡¡no!!!-La mujer lo estaba deteniendo, aferrando la energía con sus manos
desnudas. Puso más poder en su ataque; pero ella lo resistió.-¡¡Él es tu hijo!!
-¡Deja a mi mamá!-El mocoso se lanzó contra él. Una esfera de energía
escapó de sus pequeñas manos. Por primera vez dudó de su extraordinario poder
al ver cómo la energía, aunque escasa, conseguía neutralizar la suya. ¡¿qué
estaba pasando?! Alzó la mirada y descubrió a alguien más ahí: ¡una mujer!, una
mujer que se veía como Akane, pero que no era ella. La energía que Usama utilizó
provenía del poder de esa extraña criatura. ¡Era una enviada de la Luz!
La
habitación explotó. La energía formó una espiral que absorbía todo el exterior.
La mujer hacía desaparecido El niño era también arrastrado por el tornado y él
lo vio. Algo estalló en su interior llenándolo de tristeza y determinación. ¡no
permitiría que nada malo le sucediera!. Luchó contra la energía maligna que
dominaba su mente y su corazón, venciéndola. Con el poder restante consiguió
escapar con su hijo aferrado fuertemente en sus brazos.
- - - - - -
- - -
Las nubes
se dispersaron movidas por el fuerte viento que soplaba en ese atardecer. El
sol bañaba con sus últimos rayos un terreno calcinado. En el medio, se
encontraban un hombre y un niño, abrazados... Ranma recobró el conocimiento y
miró a su pequeño...sonrió...ella los había salvado...ahora tenía una razón
para vivir...tal vez...tal vez algún día volvería a ver a su esposa y a su otro
hijo. Por el momento, valía la pena volver a ser feliz. De pronto un cálido
resplandor lo rodeó, inundando por completo su ser. Se sintió invadido por una
felicidad sublime que nunca había conocido; sin pensar en nada más se rindió a
su encanto...y la magia volvió a ganar la partida; pero esta vez, para bien.
- - - - - -
- - - -
*¡¡Splash!!*
El agua
estaba muy fría y lo había empapado por completo al igual que a la almohada que
abrazaba.
-¡Despierta
holgazán!-
Esa era la
voz de su padre, preparado para su habitual entrenamiento. Se las arregló para
convertirlo en panda y lo persiguió por toda la casa ¡se las pagaría muy caras!
-¡eres
lento viejo!-
Con una
rápida serie de patadas finalizó el encuentro anotándose otra victoria. Con un
humor inmejorable se dispuso a tomar el desayuno. Sintió una presencia extraña
en la casa y decidió permanecer alerta...un momento ¿desde cuando percibía
presencias?
-sólo
tendrás una oportunidad más...-
la
melodiosa voz procedía de una figura frente a él.
-...nunca
dejes de amarlos. Ámalos y cuida de ellos...Sé muy feliz. No permitas que la
oscuridad te venza, ríndete ante la luz que habita en Akane y no tendrás nada
que temer.
-¿te sucede
algo?-su prometida sonaba preocupada. Al verla, creyó percibir un resplandor
muy parecido al de la figura. Un estremecimiento lo recorrió, invadiéndolo de
una intensa calidez.
-nada...-
fue lo
único que consiguió decir ¡¿qué rayos había pasado?! La figura desapareció
gradualmente de la habitación sin que nadie más que él la notara; todos
desayunaban como de costumbre. Suspiró. Tenía que descansar más. Recordó lo que
había sucedido en su sueño ¿había sido un sueño?...¿o no?
- - - - - -
- - - -
Encima de
las nubes dos seres alados conversaban
-¿crees que
hicimos lo correcto? Dijo el de alas blancas
-No lo sé;
pero si quieres terminar rostizado podemos dejar las cosas como estaban
-no creo
que un mortal sea tan peligroso
-¡ÉL no es
un mortal común! ¡tiene los poderes de la oscuridad!
-¿no se
supone que debías estar feliz?
-¡estás
loco! ¡¿cómo se te ocurre que voy a aceptar que un mugroso mortal domine mi
mundo y el reino de mi señor?!
-¡ja! Como
si pudiera hacerlo
-Tú lo
viste. Viste lo que estuvo a punto de suceder cuando los destinos de esos dos
se unieron y alguien intentó separarlos.
-¿cómo
evitaremos que suceda?
-Ese es tu
trabajo, no el mío; pero recuerda, si alguna vez lo vez infeliz es señal de que
estás holgazaneando...
-¿y si es
demasiado feliz?
-no lo
será, y si lo es mi señor te lo agradecerá por toda la eternidad.
-¡vaya! ¡un
demonio preocupado porque alguien sea feliz!
-¡cierra el
pico arcángel de segunda!
-¡oye! ¡yo
no fui el bobo que encerró a la princesa Vesta en ese estanque!
-¡pero sí
encerraste el poder de la guardiana de la luz en el estanque sin nombre!
-¡¿y cómo
iba a saber que el idiota de Saffron lo utilizaría en esa niña?
-¡ah! ¡pero
sí esperabas que yo supiera que Jusenkyo se iba a convertir en un sitio
turístico!
-¡águila
calva!-
-¡garza
patona!-
-¡cuervo
jorobado!-
-¡gallina
de granja!-
-¡Chachalaca!-
...
- - - - - -
- - - -
-¿Akane?-
Ella
escuchó el tono de su prometido. Era muy serio. Como cuando tenían una de esas
charlas de confidencias.
-¿si?-
-¿puedo
preguntarte algo?...pero prométeme que me contestarás con la verdad y no te
burlarás.
-¿qué es?-
-prométemelo-
-está
bien...te lo prometo
-¿crees que
los sueños se pueden volver realidad?
-¿sueños?
-Sí...lo
que sueñas cuando duermes...o las pesadillas.
Ella
reflexionó un instante. Recordó la pesadilla que vivió en Jusenkyo. Recordó
esas otras pesadillas que la perseguían desde entonces. Ranma sólo en el mundo,
sin recuerdos, buscando a uno de sus hijos perdidos y ella observando desde el
más allá; sin poder hacer nada más que amarlos. Sufriendo cuando lo vio
convertirse en un asesino. Sufriendo cuando se dio cuenta de que sus amigos no
lo eran. Horrorizada ante el terrible destino de Ranma como servidor de la
oscuridad. Muriendo nuevamente cuando él se volvió su enemigo para toda la
eternidad. Sufriendo por él, por ellos, por sus hijos...¿hijos?... El
pensamiento la hizo ruborizarse. ¡de ninguna manera tendría hijos con ese Baka!
-¿has
tenido sueños?-
-En
realidad pesadillas...
El no se
atrevió a decirle más. No podía decirle el terrible futuro que había vivido. No
podía decirle que él siempre la veía a ella en su futuro. No podía decirle que,
cuando importó, él había levantado su mano contra ella. No tenía el valor para
dar el siguiente paso y hacer realidad la felicidad que recordaba al principio
de su sueños. Porque todos sus sueños tenían un principio feliz, porque ella
estaba con él; y luego se convertían en la peor de las pesadillas, porque el
destino los separaba para siempre.
-yo
también- repuso ella muy a su pesar-pero no creo que un sueño deba ilusionarte
o una pesadilla atemorizarte; para eso está la realidad, la vida. Tu felicidad
o infelicidad y la de los demás es responsabilidad tuya.
¿responsabilidad
de él? ¿a qué se refería?. Recordó las palabras de la figura envuelta en luz
“nunca dejes de amarlos. Ámalos y cuida de ellos...Sé muy feliz.” De pronto
sonrió. Cualquiera que fuera el futuro, sería feliz si Akane estaba con él.
Tenía la impresión de que su unión era algo mágico, que ni la muerte podría
separar. La observó ahí, ante él, encantadoramente ruborizada. Algo nació en su
corazón, pero fue aplacado por su orgullo ¡¿amarla?!. Se ruborizó ante la
palabra. ¡de ninguna manera se enamoraría de una odiosa como ella!
Akane lo
miró con fijeza. A veces pensaba que él era demasiado extraño, DEMASIADO
oscuro; pero algo en su interior le decía que él le pertenecía; que si ella se
separaba de él cosas terribles ocurrirían. Ella quería...no... NECESITABA
hacerlo feliz...como él NECESITABA cuidarla. Ahora, al verlo sonreír, perdido
en sus pensamientos, entendió que su futuro era él, y que si sus sueños y
pesadillas se convertían en realidad valía la pena vivirlos...porque al
final...Ellos siempre estarían juntos.
- - - - - -
- - - -
El sol
matutino arrancaba reflejos del pequeño estanque, mientras el aire otoñal
formaba ondas en su superficie. La pareja de prometidos más neurótica de todo
el Japón contemplaba tranquilamente su reflejo en el espejo de agua.
Sentado en
el tejado de la casa Tendo un arcángel de segundo rango conversaba con su
señora.
-¿porqué
los ayudó ama?-
-Porque
estoy cansada de ver cómo la magia oscura de los estanques arruina tantas
vidas. No podía permitir que Vesta se saliera con la suya.
-Eso le
costará un siglo más prisionera en este mundo
-Créeme, si
el Gran Jefe estuviera en contra de lo que hice, no estarías aquí haciéndome
preguntas tan obvias.
-¿qué
quiere decir?
-Él chico
hizo un buen trabajo acabando con la maldad que poseían las aguas de Jusenkyo y
devolviendo a Saffron su forma original y menos peligrosa. Sólo la oscuridad
conoce la oscuridad. Pero sólo la luz da el poder de acabar con la oscuridad.
¿no crees que se merece una recompensa?
-Sigo sin
entender
-Es lógico,
no tienes un grado superior como yo. Así que no puedes saber de los misterios
de la magia mortal.
-Creí que
la magia procedía de la oscuridad
-Un tipo de
magia si. Pero la otra, la que venció a Saffron y a la princesa Vesta no
procedía de la oscuridad, era parte de la luz, puesta en los humanos desde que
nacen. Ese chico consiguió despertar ambas partes; es por eso que todos estaban
tan interesados en controlarlo. Pero ella, la joven, consiguió dominar y unir sus dos mitades para
ponerlas al servicio de la luz. Mientras él esté con ella no correrá peligro.
La señora
observó a su alado acompañante. Se había quedado dormido. Dio un bufido.
Honestamente tenía que solicitar una degradación de ese bicho a un tercer
rango. No entendía porqué se lo habían asignado. Con una sonrisa se dispuso a
regresar a su prisión; valía la pena haber entregado 100 años de su existencia
por la felicidad de dos mortales. Pero antes...tenía que hablar con cierto
demonio...y hacerle entender que no podía ir por ahí encerrando princesas
malvadas en el mundo mortal; tal vez una queja a su superior serviría. A veces
también los buenos del cuento tenían derecho a desquitarse.
Miró por
última vez cómo la chica que le prestó su cuerpo castigaba brutalmente al
muchacho trenzado e hizo un alegre saludo a éste cuando pasó volando cerca de
ella. Realmente el amor tenía muchas caras; ¡pero esta sí que era divertida!
Definitivamente solicitaría al Gran Jefe permiso para volver a verlos de vez en
cuando. El chico era taan estúpido que necesitaría su ayuda para vivir muchos
años.
Con una
carcajada se imaginó la reacción de todos cuando, de acuerdo con su rutina
acostumbrada, Ranma cayera en el pequeño estanque y descubriera que el agua no
lo afectaba, ni lo afectaría nunca más. Era una lástima perderse semejante
espectáculo, pero el deber la reclamaba. Feliz como no lo había estado en mucho
tiempo, extendió sus blancas alas y se dirigió a las nubes...y más allá.
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fin
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NOTAS DE LA
AUTORA:
No hay. Es
un enredo que no quiero aclarar.
COMENTARIOS:
Ñaca-ñaca...¿le
entendieron?
La verdad
me salió demasiado raro; pero quise intentar algo diferente, una narrativa
rara. No sé si quedó bien. Sinceramente traté de hacer algo que no requiriera
muchas explicaciones y dejara algunas incógnitas. Espero sus comentarios. No
sean tan rudos por favor...¡snif! comprendan que soy principiante. Este es el segundo oneshot que escribo.
¡Arigato! al Portal de Ranma y Akane por publicar
mi trabajo. ¡Arigato! A ti que te tomas el tiempo de
leerlo.
Para comentarios, sugerencias, críticas,
regalos, y todo lo demás excepto virus y maldiciones de Jusenkyo...
Diríjanse a Chris026_wqfc@latinmail.com
O chirs026_wqfc@hotmail.com
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