Cenizas

CENIZAS

He pasado tanto tiempo perdido que ya no se puede contar, me he arrastrado por el lodo tantas otras que se olvidan en mi mente y fue justamente ayer que te ví de su brazo que mis ojos se abrieron, que me di cuenta que ser un cerdo no llena mi alma y que ser tu amigo no llena mi corazón, fue anoche cuando salías del templo vestida de blanco y la sonrisa en los labios, que pude ver el error que he cometido al no darme cuenta de una verdad tan evidente que chocaba con ella cada vez que los veía.

 
Porque Akane he pasado la vida intentando conquistarte, engañándome a mi mismo fingiendo que no lo amas, que es un idiota y un medio hombre que no se merece tu amor, hoy ya despierto y sobrio de mis demonios me doy cuenta del error que he cometido, de los años perdidos no en nombre de nuestra amistad sino en nombre de un amor que solo mi mente recreó, no te dejo esta carta para que me tengas lastima al contrario, te la dejo para que sepas que yo, Ryoga Hibiki les deseo lo mejor y que no será la ultima vez que me vean, tal vez algún día volvamos a encontrarnos, puede que no en mucho tiempo, pero volveré a pagar lo que debo y a cobrarle a Ranma no una deuda de odio sino de rivalidad.

Ryoga Hibiki.

 
Akane dejo la carta sobre la mesa del comedor –Ryoga...espero que este bien-.

 
Lo esta Akane, eso te lo aseguro- le respondió Ranma mientras señalaba hacia la puerta de la casa donde un chico vestido de amarillo y con una banda en la cabeza se encontraba pidiendo información.

Disculpe señor Panda ¿es este el camino a China?