Cosas del Destino
By:
Shakka D’V
La mujer caminaba por las frías
calles que rodeaban a aquel lugar que alguna vez había llamado hogar, ahora
extrañaba aquellos tiempos, tiempos que paso con el, lo extrañaba o solo
extrañaba los viejos tiempos de su adolescencia y todas las aventuras que vivió
con sus amigos/enemigos…no sabia, hacia años que todos se habían separado, cada
uno por su lado, algunos siguieron juntos, casi todos, menos ellos dos, aun se
preguntaba por que, la verdad no lo sabia, solo sucedieron las cosas, entre los
estudios y la distancia algo paso que los separo, solo llego un momento en el
que ya no recibían noticias el uno del otro, como había pasado? Frecuentaba a
las familias, si a la de el también, pero nunca preguntaba por el? Por que? No sabe, su familia ya
no vivía en esa enorme casa que hábito toda su juventud, no es que en este
momento no fuera joven, pero ya era más grande, vivía sola, su padre vivía en
una casa mas pequeña cerca de la suya, ya era muy viejo para vivir tan lejos, sus
hermanas tenían sus vidas hechas y ella? No ella no,
solo se dedicaba a su trabajo y a triunfar como una de las mejores abogadas de
Japón, tenia fama, prestigio y dinero, mucho dinero, mas del que una vez pensó
tener, la verdad es que no sabe en que momento acumulo esa gran cantidad de
dinero, cuando le había interesado el dinero, ella que estudio esa profesión
para ayudar a los demás, ahora solo defendía a los mas poderosos y adinerados
del país, fueran o no fueran inocentes…como llego a ese punto, en el que su
corazón ya casi no tenia sentimientos, en el que su alma era fría como un hielo
y la avaricia la consumía? cuando dejo de ser aquella jovencita que se
preocupaba por todos y solo hasta el final por ella misma sin importar si su
vida estuviera de promedio? cuando dejo de practicar las artes marciales que
tanto amaba? Cuando dejo que la distancia y los compromisos la alejaran de sus
seres queridos? Cuando dejo de amarlo? No sabia; nunca se había planteado esas preguntas, solo
hasta hoy que se encontraba frente a esa gran casa abandonada desde hace tantos
años pero que aun conservaba el recuerdo de todas esas aventuras, batallas,
peleas y reconciliaciones, decidió entrar a la casa, el espirito de su
adolescencia aun se encontraba impregnado por esas paredes que tan bien la
conocían, creyó sentir latir presuroso su corazón, acaso era una broma que le
jugaba su cerebro, hacia años que no se sentía así, ella era fría, meticulosa,
avara, todos sabían que era peligroso jugarle una mala pasada a ella, sus socios
lo sabían, era la viva imagen de una de sus hermanas mayores cuando tenia 17
años, esa hermana que ahora era toda dulzura, casada y con tres hijos, tres
sobrinos a los cuales apenas y reconocía; entro a la casa, recorrió sus
pasillos y patios, llego hasta su antigua habitación, aun se encontraba colgado
el patito con su nombre que una vez había colocado su madre, abrió la puerta y
todo estaba casi igual, casi, por que la silla del escritorio estaba rota, al
igual que una de las patas del escritorio, todo se encontraba cubierto por
capas y capas de tierra, reviso todo, muchas de sus viejas pertenencias estaban
ahí, nadie las había movido, era lo único que había en la casa, como esperando
por su dueña, camino por la habitación topándose con algo en el piso, lo
levanto y limpio dándose cuenta de que se trataba, era una de las pocas fotos
en que salían los dos realmente juntos, recordó ese día, era su cumpleaños
numero 18, el le regalo una hermosa muñeca de porcelana, de pronto se pregunto
donde había quedado la muñeca, como aparente nada había sido sacado de su
cuarto, aun debería estar guardada en algún lugar, busco y la encontró
arrumbada en el viejo armario, cubierta por un montón de ropa vieja, se
pregunto como pudo usar ella ese tipo de ropa, ahora solo usaba trajes sastres
y vestidos exclusivos de los mas grandes diseñadores a nivel mundial, Dior, Chanel, etc.; levanto la
muñeca, estaba rota, sintió un dolor en el pecho, pero sintió alivio a darse
cuenta de que podía ser reparada, al regresar a casa la enviaría a una de las
mejores tiendas especializadas en porcelana para que la repararan y la dejaran
como nueva, siguió mirando un rato mas la habitación cuando escucho ruidos
provenientes del exterior, salio a ver de que se trataba.
En el patio se encontraba un
hombre, un hombre aparentemente de su edad, alto, de cabellos negros y cortos,
parado en medio del patio, como si estuviese recordando algo.
- Disculpe, que hace usted aquí?-
El hombre volteo
- Oh!
Disculpe no sabia que había alguien- dijo el hombre algo avergonzado- supongo
que usted debe ser la nueva dueña?-
- Si, soy yo- contesto fríamente
- Pues mucho gusto, yo era el
otro comprador- rió un poco- pero usted me gano con lo que pago jajajaja-
= Así que el era el otro que
quería quedarse con su casa = pensó
Ella seguía con la mirada fría
que la caracterizaba desde hace años
- Bueno creo que será mejor que
me valla, hijos es hora de irnos!-
De la parte trasera de la casa
salieron dos pequeños, un niño y una niña, aparentemente gemelos de unos 4 o 5
años
- Si papa!-
contestaron los dos al mismo tiempo
- Bueno ahora si me retiro,
disculpe las molestias-
- No hay problema-
El hombre camino hacia la salida,
pero se detuvo y volteo a verla
- Sabe vine a despedirme de este
lugar que me trae tantos recuerdos, esta era mi casa cuando era un adolescente-
La mujer no supo de qué hablaba
- Bueno ahora si me retiro-
Los niños jalaban a su papa
- Papa podemos visitar al
abuelito panda y a mi abuelita?- pregunto la niña
- Si- contesto el
- Y en el camino nos cuentas la
historia de tu batalla con saffron?-
- Si papa, y también de tu novia-
- Esta bien, aunque creo que ya
se saben la historia de memoria-
Ella no creía lo que escuchaba
= Abuelito panda? Abuelita? Saffron?
Novia?=
Acaso era el, tenia que saberlo
- RANMA NO BAKA!!!!-
El se detuvo y volteo a ver a la
mujer, acaso era ella
- Saotome detente!!!-
Si era ella, su novia de juventud
- A...Akane?-
Ella le respondió con una
sonrisa, una sonrisa como las de antes, esas que ya no daba, por que hace mucho
que no sonreía, el corazón de Ranma se calentó como hacia años no le sucedía,
el respondió con otra sonrisa, el corazón de Akane latió como nunca, como en
sus años de adolescencia
- S...si Ranma, soy yo-
Ranma no creía lo que estaba
pasando
- Niños vayan a jugar otro rato-
- SIIII- dijeron ambos niños
Ranma y Akane platicaron un par
de horas, la noche había caído, pero no les importaba, los niños seguían
corriendo por todo el patio, al verlos a Akane le entro una gran duda
- Así, que tienes dos hijos-
- Si- contesto, el silencio los
invadió
- Son gemelos?-
- Si- el silencio volví
- Cuanto tiempo llevas casado-
- No soy casado-
- Oh-
- Ellos eran hijos de mis dos
mejores amigos, pero murieron cuando los niños tenían unos cuantos meses, y me
hice cargo de ellos, ellos no saben nada, pero los quiero como si de verdad
fueran mis hijos-
- Ya veo-
- Si-
- Por que me dejaste Ranma?- esa
pregunta le pego duro a el
- Yo...creí que serias más feliz
con alguien que fuera como tu, tal vez un compañero de escuela, que fuera igual
que tú, no alguien como yo, que no tenía futuro...-
El silencio volvi
- Pero creo que me equivoque-
- Por que lo dices Ranma?-
- Por que aun te amo, nunca he
dejado de hacerlo- Ranma miraba a las estrellas
Akane sintió que su alma revivía
- Ranma yo...- dijo en un susurro
que el no escucho
- Creo que ya es hora de que me
vaya, los niños tienen escuela mañana-
Se levanto y llamo a los niños
- Ryoga, Ukio
despídanse de mi amiga Akane Tendo-
Ryoga? Ukio?
Acaso ellos? No podía ser!
Acaso se había alejado tanto que ni siquiera supo de la muerte de sus mejores
amigos
- Acaso ellos...- Ranma no la
dejo hablar
- Shhh,
no digas nada-
Ella asintió
- Adiós Akane me dio gusto verte-
dio la vuelta y comenzó a caminar con sus hijos en brazos
Acaso el se iba?
la dejaría otra vez? ahora que le dijo que la amaba? Y ella lo amaba? Si, ahora estaba segura; los niños se despedían de ella
con una sonrisa
- Adiós señorita Akane!!!- decían
ambos niños
Akane lo pensó, no dejaría
escapar su última oportunidad de ser feliz
- Ranma!!!-
El se detuvo y bajo a los niños,
ella se acerco a ellos y les dijo con una gran sonrisa
- Ryoga, Ukio,
que les parece si de ahora en adelante me dicen mama?-
Ranma no la entendía, acaso ella?
- Mama?-
- Si mama- los niños se vieron
entre si
Akane volteo a ver a Ranma, se le
acerco y lo beso
- Ranma yo también te amo y nunca
he dejado de hacerlo- lo miro a los ojos y lo volvió a besar, el le respondí
- Akane yo...-
- Shhh...No
hables, por favor déjame ser parte de esta familia, como debió ser desde el
principio-
Los niños los interrumpieron
- Papa!
Ella va a ser nuestra mama- pregunto Ryoga
El lo vio y después miro a Akane,
ella tenía miedo de lo que diría, Ranma tomo a ambos niños en sus brazos
- Si niños ella es su mama-
Los ojos de los niños, así como
los de Akane se iluminaron, los niños saltaron a los brazos de Akane y la
abrazaron con fuerza
- Mama!!!-
Akane comenzó a llorar, Ryoga la
vio
- Por que lloras mama?- le pregunto mientras le quitaba las lagrimas con su
manita
- Por que estoy feliz de tener
dos niños tan lindos- seguido de eso le dio un beso a cada niño
- Niños vengan- los bajo de los
brazos de Akane- ya súbanse al carro
- Pido enfrente!-
- No yo enfrente!-
- Los dos van a tras!-
- Esta
bien-
Ranma miro a Akane, se acerco y
la abrazo
- Te amo- la
beso
Akane se aferro a el
- Yo también te amo-
- Traes carro?-
- No-
- Te llevo a tu casa?-
- No, no quiero ir a mi casa, ya
no me quiero separar de ti ni de ellos- le dijo para después besarlo
- Entonces ven conmigo y con los
niños-
Ambos caminaron hacia el carro,
una vez ahí partieron hacia una nueva vida.
Han pasado varios años, la vida
ha vuelto al viejo dojo, todos están reunidos
alrededor de una mesa colocada en el patio, con dos lindos pasteles en ella,
entonces algo ocurri
- Mama!!!-
- Que paso Ukio?-
- Mira lo que hizo keinichi- decía mientras señalaba al niño de dos años que
hundía sus manitas dentro del pastel de su hermana
- Keinichi!
Eres un bebe malo!- le decía mientras lo limpiaba
- Que paso aquí?-
- Papa! Keinichi destrozo mi pastel- el hombre lo inspecciono
- No te preocupes, de seguro mama
lo arreglara, verdad cielo?- le dijo mientras la
besaba
- Si, pero primero encargate de keinichi, así podré
arreglarlo-
La mujer acomodaba el pastel
cuando alguien dentro de la casa les hablo
- Ranma! Akane!! vengan!!!-
- Ya vamos!-
contesto ella
- Hijo encargate
de tu hermanito mientras volvemos-
-Si papa-
- Yo me llevo el pastel para
terminar de arreglarlo-
- Si mama- contesto la niña
Adentro del dojo
se encontraban los abuelos y los tíos tratando de armar el regalo de los niños
- Que pasa papa?-
- Hijo esta cosa es imposible de
armar-
- Como que imposible? Si solo son dos simples bicicletas!-
- Es enserio!-
Ranma se acerco y comenzo a armar las bicicletas
Akane se encontraba en la cocina
con sus hermanas tratando de arreglar el pastel de Ukio
Todo ya estaba listo, la familia
estaba en el patio celebrando el cumpleaños de los gemelos, su cumpleaños
numero 10, hacia 5 años que unió su vida con el hombre que había amado toda su
vida y con el que compartía esa hermosa familia con tres hijos, volteo a ver
hacia una esquina del patio y ante sus ojos aparecieron la Akane adolescente y
a su lado se encontraba la fría, calculadora y avara Akane de hace unos años,
las cuales le sonrieron y dijeron
- Somos felices- al mismo tiempo
desaparecían así como aparecieron
- Si, somos felices- repitió
Akane
- Que dices amor?- pregunto Ranma mientras la abrazaba
- Eres feliz?-
- Si!
Por que?-
Akane se acerco a el y le susurro
al oído
- Vas a ser papa-
Ranma entro en shock
- Ranma que te pasa- le pregunto
una preocupada Akane
Ranma regreso a la realidad, la
abrazo, la levanto en sus brazos y comenzó a correr por todo el patio
- HAAAYYY!!! Ranma bajame!!!!- el se detuvo y la beso
- Tienes razón, tiene que
cuidarte- puso su mano en el vientre de Akane- verdad bebe que mama se tiene
que cuidar, de ahora en adelante no harás esfuerzos-
- Ranma no exageres!-
- jajaajajajajaja
Te amo!!!- la abrazo mas fuerte
Todos los veían algo extraño,
Ranma no espero más y les dijo
- Voy a ser papa!!!!!-
Todos se alegraron y acudieron a
felicitarlos, del otro lado del patio volvieron a aparecer las dos Akanes, la adolescente y la fría, veían como se había
transformado su vida
- Si somos felices-
Dicho esto fueron desapareciendo
lentamente para no volver a aparecer jamás.
Fin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario