~ Celos ~
Ahí estaba yo,
sintiéndome humillado y despreciado de la más vil de las maneras.
Ella, ataviada con ese
precioso vestido blanco, colma de caricias, miradas y sonrisas a ése, su nuevo
centro de atenciones. Susurrándole al oído, regalándole ternuras. Maldito sea,
por robármela. No sé siquiera como puedo soportar observarlo. Observar aterrado
y desamparado como ella le dedicada esas hermosas, cálidas y tiernas sonrisas,
esas que siempre fueron para mí, ésas que deberían siempre ser para mí. Aprieto
la mandíbula, obligándome a contenerme. Todos le observan con admiración,
devoción y fascinación, como si fuera el mejor de los hombres para ella. Hasta
ellos me han desbancado de mi posición desde que ese engendro llegó para
robármela. Ellos me dicen “Mira, tiene los
ojos grises como tú” “¡Qué alto!”
Oh, qué gran honor… que gran tortura. Ni siquiera es
original para elegir a un nuevo compañero a quién colmar de cariños, tiene que
parecerse a mi. ¿Por qué le eliges a él? ¿Por que me has apartado de tu lado?
Él sonríe y ella le
ofrece un esbozo sobre sus labios del mismo gesto íntimo, con esa dulzura que
me vuelve loco, rebosante de amor. Le acaricia con el dorso de la mano, con una
delicadeza asombrosa, raspando en su mejilla con la yema de sus dedos. Todos en
la casa se contentan con el amor que ella le profesa y yo les odio por
disfrutar de mi sufrimiento. No, de eso nada. Sus sonrisas son mías, el brillo
de sus ojos cuando sonríe es mío. Ella es mía, su piel, sus palabras, sus
caricias, sus insultos, sus desgarros, sus deseos, sus pensamientos, sus ojos,
sus labios… Es mía, solo mía. ¿Cómo te atreves si quiera a rozarla? ¿Cómo te
atreves a mirarla como si fuera tu salvadora, tu fé,
tu religión, la fuente de tus deseos y esperanzas? ¿Como se atreve ése ha
robarme el tacto de su suave piel? ¿Cómo te atreves a disfrutarlo y a
observarme con esa sonrisa de malévola victoria y felicidad? ¿Como se atreve a
gozar de sus caricias frente a mí y sonreírme como si no supiera nada sobre
ella, sobre nosotros? Oh, pero esto no quedará así,
de ninguna de las maneras.
He esperado a que todo
quedase en silencio, penumbra, para que nadie contemple nuestro encuentro. Me
levanto con esmero, con silencioso cuidado, evitando hacer ningún ruido. Me
fundo con las sombras en la noche, como un fantasma, un cazador acechando a su
presa, un zorro hambriento, y recorro el camino que nos separa, sediento de
venganza. Y ahí estás, con los ojos abiertos relucientes, mirando a tu
alrededor como si hubieras presentido que me encontrarías, que llegaría hasta a
ti para hacerte saber que ella es mía. Ahora, yaces observándome fijamente, tus
pupilas clavadas en las mías, desafiándome sin temor, con inocencia, con
arrogancia.
—Me
la has robado —te susurro con furia llameante por la desesperación que
siento —Odio que ni siquiera me mire, que ni siquiera me abrace cuando me
ve. Que esté deseando llegar a casa para verte a ti —no dices ni una palabra,
ignoras mi sufrimiento. Te recreas en mi dolor vilmente, pretendes hacerme
daño. Lo consigues, porque siento la irritada humedad en mis ojos. Y continúas;
desafiándome con tus grisuras— ¿Sabes que antes no
era así? Antes quería verme a mí, únicamente a mí —mascullo las palabras,
obligando a mi garganta a no desgarrarse en un frustrante grito furioso —y
conseguiré que sea de nuevo de ésa manera.
Y entonces, ocurrió. Me
venció con su mejor argumento, su mayor defensa. Aquél me sonrió retozando en
su propia alegría y susurró revelándome lo que me dejó impactado, sin palabras,
lo que tuve que admitir súbitamente y lo que me hizo ver por qué ella le
prefería a él, por qué le colmaba con sus atenciones, sus caricias y su ternura
y por qué le había escogido sobre mí. Porque su primera palabra pronunciada
desde que llegó fue para mi, y fue Papá.
—¿Ranma? —Escucho su voz como un
rumor lejano, como susurros armoniosos y una melodía inacabada, pronunciado mi
nombre de la única forma que consigue provocarme escalofríos —¿Qué
haces? —cruzada de brazos desliza sus irises sobre mi con una mirada
indescifrable, aturdida y casi ausente mientras se acerca con cautela.
Y yo la observo,
resentido, arrepentido y anhelante de amor, repleto por y para ella, dar y
recibir. Entonces, cuando está a mi lado y sus tierras se hunden profundamente
en mis mares, es cuando comprende lo que sucede, es cuando se percata del
problema. Abre los ojos mucho, para después fruncir el ceño y reprocharme con
su lenguaje corporal antes que con su voz; fingiendo un grito en casi un
silencio.
—¡No puedo creerlo!
¿Estás celoso de tu propio hijo?
Pero ya no es necesario
que te preocupes, princesa. Porque la alegría me recorre todo el cuerpo, la
euforia se abre paso en mi interior y es ahí, cuando estás junto a mí, que soy
capaz de expresar lo que siento, la felicidad que me invade. Y olvido. Olvido
la rivalidad que sentía hacia él. Olvido mis deseos de alejarme, alejarte y de
retenerte a mi lado. Olvido mi egoísmo, justo en el instante en que una emoción
nueva, paternal, nace en mí, arremolinándose, azotándose y despertándose en
algún recóndito lugar en mi interior; creciendo llameante, cálida, y haciendo
enorgullecerme de ti y de él. De mí. De nosotros.
—Ha
dicho papá... —Te susurró con una sonrisa que noto se dibuja en mis labios sin
yo pretenderlo. Y me miras desconcertada, con un brillo de inocencia y
perturbación ante lo que te revelo —Akane, ha dicho
papá... —Entonces te sostengo entre mis brazos, sintiendo de nuevo tu calor
sobre mi cuerpo, mientras fundes tu perplejidad con mi ambrosía;
mientras me besas como añoraba; mientras abro los ojos ante mi nueva familia.
Porque ahora, sois dos el centro de mi vida.
17 de Diciembre de 2006
Bueno, éste año no
hay fic ‘Navideño’ pero, por el contrario, os dejo éste
Cortito que hace tiempo tenía escrito, guardado en mi baúl.
Ya sabéis que los
comentarios y las críticas son siempre muy bien recibidos por mi parte, así que
os agradecería que me dijerais qué os ha parecido ésta mini-historia. Podéis
contactar conmigo a través de mi correo de siempre, evamgp@terra.es o en mi Web Personal Silver Sand mediante
la dirección de contacto que allí se ofrece ó también por el Foro.
¡Nos leemos!
| ~ AnDrAiA ~ | Silver Sand |
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