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sábado, 3 de mayo de 2014

Dime que no es cierto (Heiwa-Chan)

Dime que no es cierto.

Por: Heiwa-Chan



    Se encontraba realmente desolada, ahí sola, sin él, sin su apoyo; ni un insulto más, ni una sonrisa llena de remordimientos al disculparse; él siempre había estado para salvar su vida, en el momento en el cual estaba por sufrir algún daño, él, ese chico aparecía de la nada para protegerla, siempre, pero ahora no, ahora que estaba sufriendo mas que en cualquier otra ocasión, él no estaba, bueno, realmente si estaba, pero era por su causa que la chica de ojos cafés, no dejaba de derramar lágrimas. Se sentía la más desdichada de todas las chicas del mundo. A pesar de que toda la gente a su alrededor eran indiferentes a su sentir, a ella  no le importaba, ¿cómo hacerlo sí su mente estaba centrada en él?, ni siquiera veía a la chica de blanco que se aferraba al brazo del muchacho, pasaba a ser como un fantasma, ya que estaba, pero era invisible para ella. Podía sentir como se asfixiaba, como su corazón se hacía trizas en el momento en el que él decía “acepto”-¿por qué?-se decía a sí misma, sintió una desesperación, una impotencia, sí acaso algo se hubiera podido hacer, ahora ya no, todo por su orgullo, ese orgullo que aun la hacía callar, que aun hacía que se tragara sus sentimientos. De pronto todo se hizo mas claro, pudo ver a la gente y sobre todo pudo verla a ella, la chica que se encontraba al lado de quien había amado en silencio, su cabello café era ahora, un lindo peinado alto, con chinos que caían con gracia, su leve maquillaje era el indicado, ya que la hacía ver tan natural, como siempre fue, su vestido blanco tradicional estaba adornado con pequeñas flores de cerezo de hilo de plata al final de sus largas mangas, ella era hermosa-Ukio-dijo la chica de cabello azulado con un dejo de tristeza, no podía mas, tal ves lo había perdido por callar, pero no callaría mas, ¿podría con esto cambiar algo?, sabía que eso era imposible, pero aun así, no vacilo ni un momento más
-Ranma…-gritó la chica haciendo eco en el salón, para después captar la atención de todos los presentes, el chico de la trenza se estremeció, para después agachar la cabeza, aun sin voltear hacía la chica-Ranma…-dijo de nuevo sollozando y con la voz realmente entrecortada, el chico movió la cabeza levemente, como pensando si lo que iba a hacer era lo correcto y después de unos instantes se decidió a dar la vuelta para encarar a la chica, ella pudo ver sus ojos azules, esos ojos que eran como un hechizo repentino para su corazón, se estremeció y dudo en seguir, pero después de un ligero suspiro se decidió-yo… Ranma, yo vine a decirte… que lo siento…-dijo la chica, quien comenzó a acercase sin darse cuenta-yo siento… haberte dicho todas esas cosas horribles-al decir esto se percato de que ya había caminado lo suficiente y ahora estaba frente a él-lo siento por que… no era lo que realmente sentía… lo que yo sentía…-movió un poco su cabeza al ver que había cometido un error- siento por ti…-recalco la corrección-es… yo… yo te amo-se sintió la persona mas insegura en ese momento, solo podía mirar el suelo mientras jugaba nerviosamente con la esquina de su blusa, de pronto, sintió la mano de él sobre su mentón, la cual ejercía una pequeña fuerza para hacer que sus miradas se encontraran, cuando al fin ella accedió, se encontró con una sonrisa y unos ojos llenos de ternura, ella sintió como sus fuerzas volvían, su corazón volvía a sentirse completo, volvía a respirar y ese nudo que tenía en la garganta desaparecía
-lo siento Akane, es muy tarde-fueron las palabras del chico, todo se derrumbaba de nuevo, la había levantado para dejarla caer de una altura mayor-yo también llegue a amarte, pero tu te encargaste de destruir ese sentimiento, y ahora yo me he casado con Ukio, me he enamorado de ella-finalizo el chico soltando el rostro de Akane, para tomar a su ahora esposa de la mano. Sus lágrimas corrían libremente por sus mejillas, casí podía escuchar como su corazón se partía en mil pedazos y lo peor era que realmente dolía mucho, dolía saber que en cierto momento fue correspondida y que ahora él se iba con otra, sus piernas perdían fuerzas y amenazaban con darse por vencidas
-Ranma, no te vallas…-gritó la chica al ver que se alejaba junto con Ukio-no me dejes… por favor RanmaRanma-Ukio volteo hacía ella y la miro con una sonrisa maliciosa
-Akane… ¿qué tienes?, AkaneAkane despierta…-que extraño ¿desde cuando la voz de Ukio y la de Nabiki se parecen tanto?

-Akane despierta, tienes un mal sueño-dijo Nabiki sacudiendo un poco a su hermana menor
-ah… eh… ¿Nabiki?-dijo algo somnolienta
-si, soy yo-la chica sonreía levemente, algo muy raro en ella, y más ahora que había oído lo que su hermana decía entre sueños- ¿estás bien?
-si, yo solo… tuve un mal sueño-dijo al instante que permitía que cierto alivio escapara en su suspiro
-acerca de Ranma ¿verdad?-dijo seriamente
-eh…-se sorprendió, para este entonces ella debería estarle cobrando por guardar esa información, pero no era así y su mirada le inspiraba confianza-si, yo soñé con él
-¿puedo saber que?
-pues…-comenzó a mirar su cobija y sus ojos adoptaron de nuevo la tristeza-soñaba que él se casaba con Ukio y que se iba
-ya veo…-en los ojos de Nabiki también se formo cierta tristeza, pero esta iba dirigida hacía su pequeña hermana
-pero solo fue un sueño…-dijo casi en un susurro, tratando de apartar esas imágenes, de lo que no se dio cuenta, fue de la mueca desconcertada que hizo su hermana al voltear a verla
-Akane… ¿te sientes bien?-dijo la chica al mirarla fijamente
-¿yo?... si, me sien…-sus ojos se abrieron de par en par, dejando así que se inundaran y que ese sentimiento de desesperación, la tomara por asalto de nuevo, miró a su hermana la cual se veía confusa-Nabiki, no es verdad… dime que no es verdad…-dijo la chica para después buscar refugio en los brazos de su hermana mayor
-Akane…-dijo Nabiki, al saber que ella también era incapaz de sostener las lágrimas-lo siento…-dijo en una clara afirmación en respuesta a su hermana-¿realmente lo amas verdad?
-yo…-dijo la chica sin poder articular bien, a causa de sus sollozos-si… lo amo… lo amo tanto
-hay hermanita, lo se, todos lo sabemos, pero él esta a punto de irse
-¿qué?
-si, ya armó su equipaje y en cualquier momento se irá
-Nabiki ¿qué hago?-dijo la chica al separarse un poco
-no hay mucho que puedas hacer, pero, por lo menos hoy sé sincera-le contestó con una sonrisa llena de cariño
-si, tienes razón…-rápidamente se levanto y corrió fuera de su cuarto, aun llevaba puesta su bata, no era la típica formada de pantalón y blusa amarilla, era una nueva que le había regalado Kasumi, era un vestidito de tirantes azul cielo que dejaba al descubierto su bien formado cuerpo. Mientras buscaba a Ranma, pensaba en lo acontecido unas semanas atrás: “tuvieron una pelea, había comenzado como la mayoría, con una tontería, ¿el por que?, ni ella misma lo recordaba, de seguro él no quiso comer su comida, o tal vez le dio un golpe a
P-chan, o tal vez la llamó kawaikun, bueno el punto es que comenzó como cualquier otro día y terminó en desastre, esa había sido la peor pelea que habían tenido, al punto en el que decidieron romper su compromiso a pesar de lo que dijeran sus padres y él había salido del dojo realmente furioso”.
   El lugar en el que lo encontró fue en el dojo, él se encontraba de espaldas a la puerta mirando el tablero en el cual estaba escrito el nombre del dojo, a pesar de que no lo veía a la cara, pudo sentir la melancolía del chico, casi podía asegurar que había derramado lágrimas y ella hizo lo mismo, giro su rostro levemente hacía un lado y de nuevo se permitió llorar, ya no servia de nada hacerse la fuerte y lloró, lloró recordando lo que pasó después de esa pelea: “habían pasado poco mas de dos semanas, ella se sentía realmente arrepentida, por lo que trataba de acercarse a Ranma, pero este la evitaba, no con desagrado, ni con desprecio, mas bien, había en su mirada algo de culpa, en momentos parecía que accedía a los tiernos intentos que Akane hacía para reconciliarse, pero de pronto parecía recordar algo y buscaba la forma de alejarse. Así pasaron unos días más, cuando ella llegó. A la ahora de la cena se anunció con un fastidioso “nihao”, esa palabra hacía que algo muy dentro de ella se incendiara
-Sham… Shampoo-fue la nerviosa reacción de Ranma 
-¿qué haces aquí?-pregunto Akane tratando de ocultar su notorio enojo
-Shampoo, venir por airen-dijo en respuesta con una risita muy segura
-¿a sí?, ¿y que te hace pensar que él irá?-dijo Akane fallando en su intento por cubrir sus celos
-bueno, Shampoo no tener por que responder a chica violenta, pero no importa, ya que ahora no solo leyes amazonas decir que Ranma ser mi airen, también este papel decirlo-al instante saco una hoja tamaño carta donde estaban unos resultados de laboratorio-Shampoo estar embarazada de airen
-¡¡¿QUÉ?!!-fue la reacción de todos en la mesa, incluso del mismo Ranma el cual tenía los ojos bien abiertos y estaba en estado de shock
-esta bien, siempre pensé que estabas loca, pero hoy me lo confirmas-dijo Akane sin creer ni una sola palabra de lo que decía la china
-airen, díselos-dijo la chica dirigiéndose a Ranma, el cual ni siquiera pudo abrir la boca-Ranma ¿acaso tu poder negarlo?-dijo la chica en un tono desafiante, Ranma parpadeo, para después mirar a los ojos a la chica frente a él, después bajo la mirada
-no, no puedo…”
  Esas palabras se habían grabado en la mente de Akane, mas bien en su corazón y realmente habían dolido, salió de sus recuerdos y voltio hacia enfrente y pudo verlo, aun no se daba cuenta de que ella lo observaba, se acercó un poco y la madera hizo un rechinido  levemente, lo cual hizo que Ranma se estremeciera pero sin voltear
-RaRanma-se atrevió a decir, rápidamente el se dio la vuelta
-Akane…-dijo el chico con dolor, la vio de pies a cabeza, nunca había visto esa bata “se ve hermosa” pensó, ella se dio cuenta y se sintió algo abochornada, pero nada con lo que no pudiera vivir
-¿ya te vas?-preguntó la chica esperando la respuesta que ya conocía
-si…-dijo desviando su mirada-Akane… yo lo siento… nunca quise que esto pasara-sus puños se cerraron, al igual que sus ojos en los cuales encerraba un gran desprecio por él mismo
-Ranma… yo también tengo que disculparme… si hubiera sido un poco mas comprensiva esa noche, no te hubieras ido… perdóname-dijo la chica con sus ojos llenos de lágrimas pero sin dejarlas salir
-Akane, tu no tienes la culpa, que hayamos peleado no justifica mis actos-dijo Ranma ahora mirándola directo a los ojos
-Ranma, tal vez… sí… yo te hubiera dicho…-calló por un momento buscando las palabras-lo que realmente sentía… si yo te hubiera dicho que… que te… que te amo… tal vez…
-Akane… ¿tú me amas?-pregunto el chico dudoso, a lo que Akane solo asintió con la cabeza, pues su ahogado llanto no la dejaba decir más, los ojos de Ranma ahora si se encontraban húmedos, se acerco y abrazo a la chica  , y así los dos lloraron, el abrazo de Ranma la cubría por completo, mientras que trataba de esconder su cabeza entre el hombro y el cuello de Akane, por otro lado Akane se aferraba a la cintura del chico mientras que apretaba su camisa china de color rojo
-yo te amo Ranma… te amo tanto-decía la chica entre un llanto amargo
-yo también Akane, te amo, no sabía lo que era amar, hasta que te conocí-aunque su llanto era más leve, se podía sentir el gran pesar que tenía el chico-perdóname…-dijo sin poder contener más el llanto y lanzó un ahogado alarido, algo que partió en dos a Akane, él siempre había sido tan fuerte y ahora estaba realmente destrozado, aun no sabía lo que hacía, pero se separó un poco de él, así pudo contemplar sus profundos ojos azules, con un movimiento de su mano limpio su rostro, él pudo sentir su suave mano en su mejilla, pero sentía que en vez de acariciar su rostro acariciaba su alma, una paz lo envolvió, por unos instantes sintió que nada malo pasaba y así se pudo perder en esos inmensos ojos cafés, se acercó a ella, miraba sus ojos y después sus labios sucesivamente y ella hacía lo mismo, la distancia se hizo tan pequeña que podían sentir sus alientos, eran tan calidos, incluso ocasionaban cierto cosquilleo, y fue así como él besó su labio superior lentamente y muy suave, ella por su lado no se movió, pero cerro sus ojos permitiendo así, que él la besara, él volvió a colocar un pequeño beso en los labios de Akane, y otro, y otro, hasta que Akane comenzó a participar y el beso se convirtió en pasión , todo lo que no se habían demostrado, ahora se manifestaba, quien rompió el beso fue Ranma
-Ranma…-fue lo único que pudo decir la chica muy confundida
-dime que no me case con ella-dijo el chico sin dejar de verla
-¿qué?
-dime que me case contigo
-pero Ranma, tu honor…
-no me importa… lo único que me importa eres tu, estaba resignado a irme, por que pensé que tu no sentías nada por mí, pero ahora veo que si me voy, no solo sufriré yo, sino que tu también lo harás
-pero… el niño… el no tiene la culpa… no… no puedo hacerlo-dijo la chica llorando amargamente
-el tendrá mi apoyo, yo seré su padre, eso no cambia
-no Ranma, no puedo, tu debes casarte con ella
-pero Akane
-basta, no hagas esto mas difícil-al decir esto le dio la espalda, para que él no pudiera ver el gran dolor que acompañaban a estas palabras, trataba de contener sus sollozos, pero cuando sintió que esos brazos tan calidos la rodaban, no lo soporto más, se derrumbo en llanto y apretó fuerte sus brazos
-fue tan hábil, supo como controlarme-él se encontraba visiblemente dentro de sus pensamientos
-de seguro te dio algún brebaje chino ¿verdad?-dijo ella con tristeza y gran odio hacía la chica
-bueno, altero un poco mi té, pero solo me mare, sabía muy bien lo que hacía
-¿qué?-dijo la chica al tiempo que trato de alejarse, pero él no lo dejó 
-el brebaje lo uso ella-estas palabras hicieron que Akane se tranquilizara para así escuchar toda la versión-lo que ella tomo fue para tomar tu forma
-ella… tomo mi forma… para atraparte-dijo algo confundida
-si, ella descubrió lo que sentía por ti y planeo todo, como yo estaba algo mareado, no me di cuenta… hasta… la mañana siguiente-Akane se quedo en shock, Shampoo se había dado cuenta de todo, mientras que ella se dejo cegar por el orgullo
-lo siento…-fue lo único que pudo decir
-yo también-con esto él hizo que ella girara, para así verla de frente, le sonrió, esa sonrisa que ella amaba y solo pudo hacer lo mismo, le dio esa sonrisa que el amaba, la cual hacía que olvidara cualquier cosa, se acercaron, sus rostros querían encontrarse en un tierno beso, que tal vez, sería el último, cuando:
nihao airen!-esa voz, esa fastidiosa frase hizo que ambos jóvenes se apartaran un poco
-Shampoo-dijo Ranma con desagrado
-Ranma, ¿qué haces con chica violenta?, tú deber estar en el nekohanten-al decir esto, no pudo evitar lanzar una mirada asesina a Akane
-lo sé, en un momento estaré allá
-Akane ¿qué se siente ser perdedora?-dijo la chica con una sonrisa maliciosa
-eres… despreciable…-dijo Akane con gran odio
-Shampoo no permitir que chica violenta la ofenda-y al instante saco sus bomborines
-basta-dijo Ranma al ponerse en medio de las chicas-Shampoo tú estas embarazada, y no permitiré que le hagas nada a Akane-su actitud era de determinación
-pero airen…
-no Shampoo, yo me casaré contigo, pero eso no quiere decir que te ame-esto lo dijo con el rostro muy frió
-RaRanma…-dijo la chica realmente dañada
-Shampoo, vete, en un momento iré yo
-pero…
-Shampoo-dijo con un tono que la asusto
-si-se limito a decir antes de irse, cuando ella salio Ranma voltio a ver a Akane, quien se encontraba llorando amargamente-Akane ¿qué tienes?-dijo tratando de abrazarla
-no Ranma, no me abraces
-pero…
-¿no lo entiendes?, yo soy la otra-dijo con gran dolor
-Akane… perdóname-dijo sintiendo todo lo que decía la chica
-Ranma… por favor vete, no hagas esto más difícil
-si-dijo el chico con su mirada apesadumbrada-solo espero que algún día me perdones
-tú no tuviste la culpa, no tengo nada que perdonarte-cuando dijo esto, Ranma la abrazo, aunque esto sería mas difícil, tal vez sería la ultima vez que lo podría abrazar, así que lo abrazo lo más fuerte que pudo, quería grabar en su mente la sensación de su cuerpo, grabar cada línea de sus firmes músculos, grabar ese aroma de guerrero que solo él podía transmitir y quería grabar esa sensación de seguridad que solo podía sentir cuando estaba cerca de él, el abrazo terminó y él solo tomo su morral en el cual llevaba sus pocas pertenencias
-no importa lo que pase Akane, nunca dejare de amarte-así él se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la salida seguido por Akane, la familia que se encontraba en el comedor, al verlos los siguió, ya en la puerta:
-tío Soun, gracias por su hospitalidad y perdón por todo-el hombre no contesto, era normal, no podía ignorar lo que le había hecho a su hija menor -Nabiki, Kasumi, gracias, fueron para mi como hermanas y aprendí a quererlas como tal, las voy a extrañar-el chico hizo una reverencia para agradecerles, pero las chicas lo abrazaron
-nosotras también te extrañaremos Ranma-dijo Kasumi realmente conmovida
-espero que no sea la ultima vez que te veamos-dijo Nabiki con una sonrisa
-yo también-dijo el chico con un intento de sonrisa-adiós-al decir esto sus ojos se llenaron de lágrimas y dio media vuelta en dirección del nekohanten
  Akane lo vio, ahí iba el chico al cual ella amaba y el cual también la amaba, se estaba alejando, la respiración comenzaba a fallarle, sus manos temblaban, sus lágrimas corrían libres y sus piernas flaqueaban, simplemente no lo soportaba
-¡¡Ranma!!-gritó al  mismo tiempo que se desplomaba, el chico volteo y corrió hacia ella que estaba en los brazos de sus hermanas

-Akane, ¿Qué te pasa? AkaneAkane despierta-Ranma se encontraba en el cuarto de Akane que al parecer tenía un mal sueño, la movió un poco y al parecer la chica estaba por despertar
-ah… ¿Ranma?...-dijo la chica entre sollozos
-si, soy yo ¿te sientes bien?, estabas gritando mi nombre-dijo el chico algo extrañado
-yo… tuve un mal sueño…-al decir esto pensó que podría ser otra broma de su subconsciente-¿qué haces aquí?
-bueno, lo que pasa es que Rioga me retó a un duelo, no puede ser que halla encontrado el dojo a las tres de la mañana, bueno, lo derrote y cuando regresaba por el tejado, oí que me llamabas ¿necesitas algo?-por extraño que parezca, los ojos del chico demostraban una preocupación, que nunca antes había dejado ver
-si… yo…-la chica no se atrevía a hablar, por lo que Ranma se acerco para sentarse junto a ella
-dime ¿qué necesitas?-dijo tiernamente
-no te vallas
-¿disculpa?-dijo con una cara de “no entiendo nada”
-necesito que te quedes-dijo para después abrazarlo, por su lado Ranma se sonrojo ligeramente, pero pronto la abrazó
-me quedare esperando que te duermas-le dijo muy cerca de su oído
-no me refiero a eso-dijo la chica algo tímida
-a no ¿entonces a que te refieres?-dijo el chico más confundido
-que no te vallas nunca-le dijo sin dejar de abrazarlo
-¿tan mal estuvo tu sueño?
-si-dijo al tiempo que su voz se quebraba
-¿quieres contármelo?-dijo al separarse un poco, la chica volteo a ver sus cobijas
-yo… primero soñé que soñaba, es decir, en el sueño tuve un sueño
-si, ¿Qué soñabas?
-soñé que te casabas con Ukio-dijo muy apenada, por lo que Ranma se puso totalmente rojo, ¿ella esta así por que soñó que él se casaba con otra?, la chica al ver esto, se acobardo de seguir, pero después pensó que en sus sueños, todos los problemas fueron por que se quedó callada, así que esta vez hablaría-me desperté en el sueño, pero en ese sueño tú te ibas a casar con Shampoo, por que… ella… estaba… embarazada-la cara de Ranma cambio a MUY SORPRENDIDO, el silencio reinó, ninguno de los dos se atrevía a decir nada, casi se podía oír el palpitar de sus corazones hasta que él dijo algo
-Akane, no te preocupes, fue solo un sueño, yo no me casé con Ukio y ten por seguro que no me casaré con Shampoo y menos por… eso-aunque estaba serio, no podía ocultar lo difícil que era expresarse sobre ese tema
-¿hablas en serio?-la cara de la chica denotaba cierta tristeza
-si, yo… no me casaría con nadie que no fueras…-el chico calló tapándose la boca
-¿qué no fuera quien?-preguntó Akane, a lo que Ranma contestó moviendo negativamente su cabeza, Akane solo pudo sonreír al atrapar a su prometido-te quiero Ranma-dijo en un susurro que solo él podía escuchar y solo sonrió
-yo… también te… yo… creo que me voy a dormir-dijo poniéndose de pie y rojo como un tomate
Ranma!-aunque lo llamó, el chico seguía caminando hacia la puerta tieso como un soldadito de plástico y más rojo, Akane no podía permitir que se fuera, si las cosa no se aclaraban en ese momento, quien sabe si habría otra oportunidad, voltio en todas direcciones pensando que hacer, hasta que se dio cuenta de lo que llevaba puesto: la bata azul de tirantes que le acababa de regalar Kasumi, así que rápido se puso de pie-Ranma
-eh…-el chico se detuvo y lentamente se dio la vuelta-“se ve hermosa”-pensó al instante, su rostro que era de pena, se volvió en el de un chico enamorado-yo también te quiero Akane
-Ranma…-dijo la chica al acercarse, él la veía a los ojos y se sentía cada vez más hipnotizado, cuando ella estuvo lo bastante cerca, él toco su mejilla en una suave caricia y con una sonrisa se fue acercando a su rostro, hasta que sus labios se juntaron, pudieron sentir una leve descarga eléctrica, los dos estaban tan nerviosos, sus manos temblaban, pero conforme pasaba el tiempo, la pena se iba perdiendo y el beso se hizo mas profundo, lleno de amor, cuando el beso se terminó, ellos se veían a los ojos, casi esperando que el sol saliera-quédate a dormir aquí-dijo la chica sin dejar de verlo
-pero…
-solo a dormir-dijo ella aclarando cualquier mal entendido, el solo sonrió
-esta bien-los dos se recostaron en la cama, el extendió su brazo y ella se recostó sobre él, al mismo tiempo que lo abrazaba, igual que él, que había cerrado su brazo y con el otro acariciaba el cabella de Akane, así se quedaron dormidos.
   Ya había amanecido y el sol comenzaba a entrar por la ventana, alumbrando así el rostro del chico, que ya se encontraba despierto y observaba a la chica que aun dormía a su lado
-Akane, te ves preciosa-dijo con su voz muy bajita, para no despertarla, pero fue inútil, la chica daba señales de querer despertar y poco a poco fue abriendo los ojos-“espero no se le olvide nada”-¡¡pum!!, sip, si se le había olvidado y su mazo había aparecido para golpear a Ranma
-Ranma eres un pervertido, eres…-en ese memento recordó todo-oh, Ranma perdón-dijo arrodillándose junto al chico que se encontraba tirado
-¿qué te pasa?-dijo algo molesto
-lo siento, es la costumbre-dijo con una sonrisa encantadora que él noto, pero se hizo el sentido y le voltio la cara
-pues no te perdono
-anda, perdóname-dijo depositando un beso en su mejilla
-no-dijo cuando en su rostro una sonrisa se quería asomar
-por favor-dijo dándole un beso un poco más cerca de la boca
-no…-dijo más débil
-anda-y con esto el beso llegó a tocar levemente la esquina de sus labios
-mmmmmm-se quedo pensando y Akane lo beso directamente en los labios-de acuerdo, si te perdono-y tomo a la chica en un abrazo para besarla, pero…
-Akane ¿estas bien?-dijo Kasumi al entrar al cuarto y ver a su hermana arrodillada junto a la cama como si estuviera rezando y la ventana de su cuarto abierta, con las cortinas volando por el aire
-yo… sssi… estoy bien-dijo con una risita tonta
-lo que pasa es que oí un ruido
-ah eso, lo que pasa es que me caí, pero estoy bien
-bueno, sera mejor que te cambies, el desayuno esta casi listo-dijo con una sonrisa
-si ahora bajo one-chan-y con esto Kasumi cerro la puerta y Akane respiro hondo, después se paro y caminó a la ventana-ya se fue-y al instante Ranma apareció de cabeza colgando solo de los pies
-por poco-dijo con una sonrisa
-si, pero ahora tenemos que bajar a desayunar
-si, nos vemos abajo-y subió dejando a Akane junto a la ventana
-Ranma-y de nuevo el chico apareció de cabeza
-sí
-te amo baka
-y yo a ti kawaikun-al instante se acercaron para darse un beso fugaz y después Ranma volvió a desaparecer, dejando a una Akane sonriente

      FIN.

                                                Heiwa-chan.

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