Deja Vu...
Era una mañana soleada y
con un poco de brisa, y ellos miraban algunas fotografías frente a una gran
ventanal que les daba una vista preciosa a las olas marinas de aquella Playa.
Ella estaba feliz mirando algunas fotografías de su esposo y algunas de ella,
de unos 19 a 3 años atrás, él estaba a su lado abrazándole de los hombros
protectoramente y sonriéndole, solo su sonrisa podía ver a través del rabillo
de su ojo. Estaba confundida, pero feliz, feliz porque estaba embarazada y era
lo único que importaba.
“Será niña, ...como tú” dijo él. La voz se le hacía
conocida, pero a la vez muy lejana, ella solo sabía que lo amaba.
“Tendrá tus mismos ojos” Dijo ella, siguiéndole el juego y
alargando una sonrisa, sentía como si lo conocía de toda la vida, sentía como
si supiera el color de sus ojos, igual que los de el bebé que se formaba en su
vientre.
“Tendrá tu hermosa sonrisa...” Dijo el hombre apretándola
más contra él.
“Así no tendré las ganas de besarla” Dijo la mujer de
vientre abultado, mientras miraba una foto de su esposo cuando pequeño.
“Jejeje... ¿qué te sucedió ahí, eh?...” Dijo apuntándole la foto que veía, el
solo tendría unos cuatro años y lloraba penoso y desnudo por haber mojado su
futón.
“Algunos experimentos de mi padre conmigo creo yo...” Dijo
cerrando el Álbum.”Por ahora lo que quiero hacer es besarte.”
“Dalo como echo” Dijo ella dando media vuelta para besarlo.
Al fin vería a el padre de su hijo, con quien se sentía tan protegida, a quien
am....”¿Ran...Ranma?” Dijo ella mirando a su interlocutor, totalmente
sorprendida.
“¿Qué no me darás un
beso?...¿Por qué me miras así, eh Akane?” Se acercó a ella tratando de besarla,
mientras Akane miraba perpleja al padre de su bebé. Solo faltaban unos
milímetros y él la besaría y ella solo...
“¡¡¡KIAAA!!!” Se
sentó en su cama, agitada, no podía creer que eso fuera un sueño, fue tan
realista, pero, ¿Con Ranma?...”No...No...¡no!”
“¿no que, Akane?” Preguntó Ranma a su lado que la miraba
perplejo ‘vaya forma de despertar’ pensaba él.
Akane no se había dado cuenta de su presencia hasta que
habló, lo miró por unos segundos, muy largos para Ranma que estaba
completamente rojo y nervioso, los ojos de akane estaban fijados a los de él,
como si alguien los hubiera clavado en esa posición.
Al fin Akane despertó de su ensueño y frunció el ceño.
“¿Qué demonios haces aquí, pervertido?” Gruñó la chica,
mientras se arremangaba el pijama para golpear a su prometido.
“¡Cálmate!” Asustado, movía sus brazos de un lado al otro,
tratando de que ella se calmara. “Kasumi me dijo que te viniera a despertar, es
tarde, ¿Para que vendría, si no es por
eso?”
“ A espiarme por su puesto” dijo ella bostezando.
“Si, como no, ¿tengo cara de que me gusta espiar ladrillos?”
Luego de tres segundos Ranma salía disparado de Nerima.
“Idiota, fenómeno...” Susurró mientras corría hacía la
escuela. “Estoy segura de que nunca cambiará, ni que yo decida casarme con él”
Miró su mano que llevaba el almuerzo. “Encima, vengo a hacerle favores, ¿por
qué siempre lo hago?” `Bien, desde ahora, Tendo Akane, no ayudaré más a Saotome
Ranma, y solo seremos conocidos’ Pensó al llegar a la escuela, y sonrió para
sus adentros, “así ese idiota aprenderá”, supuso ella.
“Diablos, llegue tarde, y todo por tus súper golpes de
Marimacho” Miró a Akane que sostenía cubos con agua, al igual que el, a su lado
y ni siquiera se inmuto al hablarle. “ Vaya, al fin comprendiste que los
ladrillos no hablan” Vio como apretaba sus delicadas, pero poderosas manos,
pero otra vez no hizo nada. ‘Sospechoso’ Pensó Ranma, mientras se ponía frente
a ella y la miraba. Ella corría la cara pero Ranma hacía la misma ejecución.
“¿Qué quieres?” Dijo akane con una voz relativamente
tranquila, como nunca había oído salir de ella Ranma.
“¿Te sientes bien?” Preguntó él, mirando raro.
“Muy bien, gracias por preguntar.” Dijo, ella sin sonreírle,
pero muy amenamente.
“Esto es extraño” Respondió alejándose de ella.
De pronto el Profesor llamó, para que entrarán a clases.
Había pasado casi cuatro horas, y Akane casi no le prestaba
atención, ni a los insultos que le decía, ni a los celos que quería producir
con Ukyo-chan. Parecía otra persona, una persona que no estaba interesada en
él. Bueno... talvez no era necesario decir ‘interesada’, pero si algo parecido.
“Ranma, Akane se ve extraña, ¿Sabes que le ha sucedido?.”
Ukyo se veía interesada en akane como nunca lo había estado, al igual que ranma
quería ver celosa akane para así comenzar una disputa, pero nada ocurrió y eso
pasaba una vez de las miles, y en realidad nunca había sucedido.
“mm, no, no lose...y tampoco me importa saber de ESTÚPIDAS
MARIMACHOS!” Gritó para ver si eso funcionaba, bueno a toda su clase llamó la
atención, incluso a la amigas de akane, pero a ella... nada. Parecía como si no
supiera que era para ella, o como si fuera sorda, o como si no lo tomara en
cuenta. Esa palabra resonó en su cabeza.
Akane, conversaba con sus amigas, cada vez le dolía más las
palabras de Ranma, cada vez más comenzaba a tapar lo que sentía por él, `pero
no lo quiero’ decía ella, ella nunca querría un tipo como aquel, que se burlaba
de sí, que la humillaba frente a otros, un pervertido sin control, que la
salvaba de los peligros que la introducía, que de ves en cuando se ponía
romántico, que cuando estuvo en peligro le había dicho que la amaba...Eso la
hizo sentir triste, pero esa misma tarde descubriría los sentimientos de ese
idiota.
ºRINGº
Sonó el timbre de recreó mientras todos comenzaban a salir
akane comenzó a sacar su almuerzo, y el de él.
“¡Demonios, no traje mi almuerzo!” Dijo Ranma escuchando
gruñir su estomago, frunció el ceño.
“Toma Kasumi me dijo que te lo diera” Akane se le había
acercado y dado el almuerzo.
“Gracias, pensé que...” Miró hacia donde se encontraba la
chica y vio que se había esfumado, apretó los dientes.
El recreo casi terminaba, ranma comía en un árbol, muy cerca
de donde se encontraba Akane, a quien miraba de reojo, se sentía frustrado,
enojado, y algún otro sentimiento que no entendía, era como si estuviera
envidia de todo aquel que hablaba con akane, porque él no podía, Claro que no
eran celos, ¿cómo podría tener celos de aquella violenta muchacha?, aquella que
siempre lo golpeaba, que lo llamaba pervertido, que siempre le sonreía cuando
hacía algo por ella, que lo abrazaba cuando lo merecía, que le ofrecía su apoyo cada vez que lo
necesitaba. ‘Vaya... nunca pensé, que tuviera que agradecerle algo Akane..’.
Mintió, porque siempre supo que debía agradecer y nunca lo hizo, mintió también
por decir que nunca podría tener celos por ella, y miles de veces los había
tenido cuando p-chan, Ryoga y el Dr. Tofu se le acercaban. Algo comenzó a doler
en su pecho y tuvo una sensación de angustia dentro, ¿Y si Akane ya no lo amaba
más?, ¿Y si talvez nunca lo amo?.
Justo cuando comenzaba a saltar del árbol el timbre sonó y
Akane corrió a entrar al la escuela y directo a su salón. Ranma le tuvo celos
al salón ahora.
Mientras caminaba a casa, luego de la escuela, hubo largo
silencio, Akane miraba fijo el camino, si n mirarlo a él, y ranma la miraba por
el rabillo del ojo.
“Akane, ¿Podrías ayudarme con la tarea de Ingles?” Ranma la
miraba fijo ahora, tratando de incomodarla, como siempre hacía, pero ella no se
puso nerviosa.
“Lo siento, pero hoy saldré con unos amigos” Parecía un
robot por la manera tan seria de hablar.
“¿Amigos?” El ki de ranma comenzaba a incrementar
rápidamente, cosa que akane notó.
“Si, iré con Eri, ella me presentará alguien”
“¿Quien?” El ambiente comenzaba a ponerse tenso, pero justo
apareció alguien inesperado.
“Hola, chicos” Saludó Kasumi, que venía desde la calle.
“¿Podrían acompañarme a comprar?...Levaré muchas bolsas y no creo que pueda
cargarlas...” Agregó Kasumi sonriendo.
“Lo siento Kasumi, no puedo, tengo un asunto pendiente.”
Agitó su mano, sonriendo como lo haría normalmente. “Pero, estoy segura que
Ranma encantado lo hará.”
Ranma la miró con cara de pocos amigos, mientras escuchaba
un ‘’Gracias’’ de Kasumi.
“No hay porque..” Dijo él mientras veía como akane se perdía
por las calles.
Luego de llegar a casa con Kasumi corrió por los tejados
hasta llegar al centro, justo en la heladería donde siempre Akane se dirigía, y
justamente vio a Akane hablando amenamente con un tipo. Le había mentido, ya
que no vio a Eri por ninguna parte de el local. Frunció el ceño y apretó los
puños, cuando vio que el idiota tomaba la mano de la chica, y la chica se
sonrojaba. El chico apresuradamente se fue de allí.
Esperó casi toda la noche hasta que Akane llegó, el estaba
en la alcoba de la chica, escondido en un rincón y con la luz apagada.
Al fin, akane entró a su habitación, prendió la luz de la
escoba e inmediatamente cerró la puerta, ya que todos estaban dormidos y no
quería despertar a nadie, sin darse cuenta que la observaban, comenzó a
cambiarse de ropa.
Ranma miraba aturdido aquella visión, jamás había visto a
akane de ese modo, ‘excitante’ pensó.
Pero aún así seguía enojado con ella, por mentirle, por que
no le quisiera, por todo y por más aún.
Esperó hasta que el espectáculo acabó, y mientras trataba de
ocultar un gran bulto en su pantalón, sin duda, Akane era única, sus pechos no
eran grandes, pero si deliciosos, su cintura pequeña, su estomago plano al
igual que su vientre. Perfecta.
Akane apagó la luz del cuarto, y camino a oscuras por su
alcoba hasta llegar a su cama, en donde se sentó, y prendió la luz de la mesita
de noche, un gritito se le escapo cuando vio a ranma allí.
“¿Qué haces aquí?” ¿Enojada?, claro, que lo estaba, pero de
igual forma estaba feliz, y mucho.
“¿Quien era ese idiota?” Los celos afloraron su corazón y lo
hicieron escupir veneno ronco por la boca.
“¿De quien hablas?” Preguntó sorprendida, nunca lo había
visto con esa ira fluyendo en sus venas.
“¡El tipo de la heladería!...” Gritó no pudiendo controlar
los celos.
“¡Shht! Baja la voz.” Susurró. “¿Me espiaste?”
“Eso no importa dime ¿quien demonios es?” Su tono era de
enojo de eso no cabía duda, pero había bajado la voz y estaba más ronca
todavía, akane tuvo escalofríos.
“¿Por qué quieres saberlo?” Pregunto ella con cierto enojo
denotando por sus ojos. “Siempre dices que no estas interesado en lo que haga o
deje de hacer. ¿por qué ahora me preguntas por Samuru?”
“Samuru, ¿eh?” Dijo el con cierto cinismo. “¿Fuiste con
Eri?”
“Claro que si, ¿acaso no la viste?” Dijo ella, y ranma
sintió como si se burlara de ella.
“Eres una cínica, mentirosa.” Le dijo. “Nunca debí creerte”
“¿Acaso lo hiciste?” Preguntó ella, dolida. “¿Acaso me
espiaste pensando que no sabría volver a casa?”.
“No me vengas con eso ahora...” Dijo el corriendo la cabeza
un lado. “ Eres una buscona”
Akane lo abofeteó. “ ¡No digas e eso...!”Sollozó. “Claro que
no lo soy”. Ranma le había dicho que era una cualquiera, le había dolido en el
alma.
Ranma la vio llorar pero eso no lo calmo.
“Claro que si...apenas saco mi vista de ti, farreas todo tu
honor en ese.”
“Nunca, pensé... que me dirías algo así...” Le dijo. Ranma se
sintió mal. “Eres un idiota sin sentimientos ... ¿acaso alguna vez pensaste que
asi me sentiría con Ukyo o Shampoo?...”
“Pero yo nunca hice nada con ellas...”
“ Yo tampoco...” Respondió dejando de sollozar. “El es un
amigo de eri, , talvez no viste a eri porque fue a comprar los helados.”
“ Si, seguro. Por eso también el idiota aprovecho de tomarte
la mano”Murmuró chirriando sus dientes. “¿no entiendes acaso que solo yo puedo
hacerlo?, yo soy tu prometido”
“¿Cómo tu puedes besar a otras? Y yo soy tu prometida. ”
Preguntó.”A veces, veo como eres igual a tu madre.”
Ranma se paró y se puso frente a ella.
“Ellas me besan a mi” Justificó.
“Y a mi nadie me ha besado, y tu aun así te quejas... como
si tuviéramos algo.” Dijo. “ Como si algo funcionara entre nosotros.”
Ranma frunció ceño, agarró rápidamente a akane, y la besó.
Akane no respondía, ranma se desesperó y el beso terminó.
“¿es que acaso no me quieres?” Preguntó el chico, adolorido.
“No quiero que desconfíes de mi” Dijo Akane. “No quiero que
me hieras como lo haces, no quiero que me beses si no me amas... no lo quiero.”
Sollozó otra vez. “Samuru, es un adivino, me leyó el futuro a través de las
manos.” Akane no pudo evitar sonrojarse y Ranma no pudo evitar sentirse un
imbecil.
“Yo... Akane..” No le salían las palabras. “Yo... lo
siento.” La abrazó con todas sus fuerzas y dejo descansar su mentón en la
cabeza de ella. “Siento herirte, siento lo que hago siempre, yo... te... te
amo..”
“ Ai shiteru” Dijo Akane mirándolo, de pronto cerró los ojos
y comenzó a ponerse de puntitas, Ranma se sonrojó y cerró los ojos.
Era una mañana tibia, y
ellos miraban algunas fotografías frente a una gran ventanal que les daba una
vista preciosa a las olas marinas. Akane estaba feliz mirando algunas
fotografías de su esposo y algunas de ella, de unos 19 a 3 años atrás, él
estaba a su lado abrazándole de los hombros protectoramente y sonriéndole, solo
su sonrisa podía ver a través del rabillo de su ojo. Estaba feliz, feliz porque
estaba embarazada y con el, era lo único que importaba.
“Será niña, ...como tú” dijo él.
“Tendrá tus mismos ojos” Dijo ella, siguiéndole el juego y
alargando una sonrisa, sentía como si supiera el color de los de el bebé que se
formaba en su vientre.
“Tendrá tu hermosa sonrisa...” Dijo el hombre apretándola
más contra él.
“Así no tendré las ganas de besarla” Dijo la mujer de
vientre abultado, mientras miraba una foto de su esposo cuando pequeño.
“Jejeje... ¿qué te sucedió ahí, eh?...” Dijo apuntándole la foto que veía, el
solo tendría unos cuatro años y lloraba penoso y desnudo por haber mojado su
futón.
“Algunos experimentos de mi padre conmigo creo yo...” Dijo
cerrando el Álbum.”Por ahora lo que quiero hacer es besarte.”
“Dalo como echo” Dijo ella dando media vuelta para besarlo.
Al fin vería a el padre de su hijo, con quien se sentía tan protegida, a quien
amaba...”Deja Vu” Dijo ella mirando a su interlocutor, totalmente sorprendida.
“¿Qué?...¿Por qué me
miras así, eh Akane?” Se acercó a ella tratando de besarla, mientras Akane
miraba perpleja al padre de su bebé. Solo faltaban unos milímetros y él la
besaría y ella solo...se dejo besar.
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