Hola a todos, este es mi primer songfic, puede ubicarse después del último capítulo del manga o del anime.
La canción se llama "Desde mi cielo" y es interpretada por el grupo "Mago de Oz", no se quién la escribió, ni a quíen le pertenecen los derechos de autor. Yo solo la tomé para este sonfic aclarando que es sin fines de lucro.
"Desde mi cielo"
Por Best_KillerMan
Ahora que está todo en silencio
y que la calma me besa el corazón,
os quiero decir adiós.
Silencio, solo había silencio, un sepulcral silencio, pero aún así... despertó. Se dió cuenta que estaba en el Dojo. Sintió que extrañamente estaba sobre una especie de cama, así que se sentó. Giró su cabeza escuadriñando el lugar de izquierda a derecha y vió muchos rostros llorosos, todas las personas a las que conocía estaban allí, todas vestidas de negro, y todas con los ojos llorosos. Estaba Kuno y Kodachi con ramos de rosas. Estaba Ryoga y Ukyo dirigiendo su mirada hacia el piso. Moose, Shampoo, y su bisabuela estaban abrazados intentando calmar los sollosos de Shampoo. Los patinadores estrella Asusa y Mikado también estaban allí con un traje gris obscuro con un diseño estampado de una rosa negra; Mikado estaba consolando a la llorosa Asusa. El director de la escuela Furinkan y la maestra Hinako estaban también allí, el director abrazaba a la pequeña maestra intentando calmar su sufrimiento. Genma y Nodoka estaban junto a Kasumi, Nabiki y Shoun; todos ellos mostraban sus ojos llorosos y enrojecidos a excepción de Nabiki que llevaba unos lentes obscuros; aunque en sus mejillas se alcanzaban a ver rastros de lágrimas. El Dr. Tofú tenía una mueca de tristeza y solo repetía en susurros: "Y era tan joven, tenía toda una vida por delante." mientras movía su cabeza lentamente de izquierda a derecha como queriendo convencerse de que estaba en una pesadilla. Siguió girando hacia su derecha y siguió viendo rostros conocidos con muecas tristes. Había muchas caras, muchas personas, todas vestidas de negro. Se dió cuenta que todos estaban allí, todos a los que había conocido desde el día que supo lo de su compromiso.
Repentinamente sintió una corazonda, su mente sabía que algo malo, algo realmente MUY MALO había pasado, pero su corazón se negaba a aceptarlo. Sintió desesperación ya que había visto a todos, excepto a la persona que más amaba en el mundo, a la persona con la que la mayor parte del tiempo discutía, pero que a pesar de todo amaba con todas sus fuerzas.
Rápidamente terminó de girar su rostro y se tranquilizó un poco al ver esos hermosos ojos frente a los suyos. Sin embargo, esa efímera tranquilidad desapareció inmediatamente al notar que esas estrellas que llevaba por ojos estaban muy irritadas denotando que había llorado tanto que ya no fluían más lágrimas. De pronto se percató de que estaba flotando y que podía ver su propio cuerpo dentro de un ataúd y de pie a un lado se encontraba la persona con la que siempre pensó que algún día se casaría. Sintió una extraña sensación al ver llorar al lado de su cuerpo a quien fue su único amor. En eso momento supo que ya solo le quedaba despedirse y comenzó a hablar aunque ignoraba si le podrían escuchar:
Porque ha llegado la hora
de que andéis el camino ya sin mí.
¡Hay tanto por lo que vivir!
-¡¡¡Adiós!!! Ya me tengo que ir de este mundo al que ya no pertenezco. Muchas gracias por haber traído felicidad a mi vida. Si no hubiera sido por tí, yo jamás hubiera descubierto lo que realmente es el amor. Juntos vivimos muchas aventuras y a pesar de que nos peleábamos, siempre nos apoyamos y estubimos juntos en las buenas y en las malas. Pero ahora tenemos que separarnos. Tu tienes que seguir tu camino en la vida, y yo tengo que seguir el mío ahora en lo que sea que esté después de la vida. Desde que te conocí, te convertiste en mi motivo de vivir.
No llores cielo y vuélvete a enamorar,
me gustaría volver a verte sonreír.
Se dió cuenta que un par de gotas de tristeza salada volvían a fluir de esos luceros pertenecientes a la persona con la que en vida tubo un compromiso.
-Por favor, no llores. Antes de partir, me gustaría volver a ver tu sonrisa. Hubo muy pocas veces en las que me sonreiste, pero nunca las he olvidado. Hoy me doy cuenta que ambos nos amábamos, lamentablemente por cobardía nunca lo expresamos. Quisiera que te volvieras a enamorar, para así poder volver a ver esa sonrisa.
Y dejó de hablar como esperando ver su sonrisa, pero en vez de eso, escuchó un murmullo casi inaudible:
Pero mi vida, yo nunca podré olvidarte,
y sólo el viento sabe
lo que has sufrido por amarme.
-Todos me han dicho que lo sienten, que soy muy joven y tengo que continuar luchando. Hasta hoy me dí cuenta de mis sentimientos por tí, se que por más que busque, nunca encontraré a álguien como tú. Reconozco que te hice mucho daño al no demostrarte mis sentimientos, pero todo en mí era confuso. Ahora que demostraste que realmente me amabas dando tu vida a cambio de la mía, me pregunto cuánto y desde cuándo habrás sufrido por amarme.
Se detubo para tomar aire y pasar ese nudo que había en su garganta.
En ese momento se dió cuenta que una luz cegadora hacía que se elevara mucho más rápido. Sintiendo que ya le quedaba muy poco tiempo allí le contestó a su amor sollozante:
Hay tantas cosas
que nunca te dije en vida,
que eres todo cuanto amo,
y ahora que ya no estoy junto a ti,
te cuidaré desde aquí!!
-No solo no te conté mis sentimientos, sino que tampoco te conté que me divertía mucho cuando íbamos juntos a la escuela, cuando juntos hacíamos frente a nuestros padres sobre nuestro compromiso, cuando peleabamos el uno contra el otro, cuando nos pedíamos perdón. En fin, hubo muchas cosas que no te pude contar. Y ahora que ya no estamos juntos, solo quiero que sepas que en cualquier lugar en el que me encuentre, buscaré la forma de cuidarte.
La luz le estaba "jalando" con más fuerza y se iba a dejar llevar cuando escuchó los pensmientos de su amor echandose la culpa de aquel desafortunado accidente que terminó con su vida, así que decidió quitarse del haz de luz intentando detener por lo menos temporalmente su partida... y funcionó. La luz se hizo más tenue y comenzó a girar por todos los rincones del dojo, como buscandolo. Aprovechando este tiempo ganado se acercó a ese rostro lloroso y le dijo:
Sé que la culpa os acosa,
y os susurra al oído "pude hacer más".
No hay nada que reprochar.
-¡No te reproches! No fue tu culpa, ya que lo hice por mi propia voluntad. Decidí dar mi vida a cambio de la tuya y lo volvería a hacer si se me volviera a presentar la oportunidad.
Ese atractivo rostro que hacía mucho tiempo le había hechizado, esbozó una pequeña sonrisa, como si hubiera escuchado algo. O a lo mejor recordó alguno de los tantos momentos graciosos que pasaron juntos, no lo sabía, pero de todas formas quiso continuar:
Ya no hay demonios
en el fondo del cristal, y sólo bebo
todos los besos que no te di.
-Ya no siento esos demonios llamados celos y preocupaciones que había en mi cuerpo y en mi mente, ya no me preocupa el 'qué dirán', tampoco necesito dormir, ni comer, ni beber. Ahora mi alma se alimenta de las ilusiones de saber que algún día volverás a estar conmigo, y te podré dar todos los besos que nunca me atreví a darte en vida.
Pero mi vida, yo nunca podré olvidarte,
y sólo el viento sabe
lo que has sufrido por amarme.
La contestación no se hizo esperar, como si realmente su amor estubiera escuchando lo que decía, aunque era macabramente gracioso saber que hasta despues de la muerte era cuando realmente uno dejaba hablar al otro y ambos se escuchaban:
Hay tantas cosas
que nunca te dije en vida,
que eres todo cuanto amo,
y ahora que ya no estoy junto a ti,
te cuidaré desde aquí!!
-No te pude decir que me hacías llorar, no te pude decir que me hacías reir, no te pude decir que me gustaba mucho estar junto a tí, no te pude decir que me gustaba hacerte enojar, no te pude decir que me gustaba que me hicieras enojar, no te pude decir que me encantaba hacer lo que fuera siempre y cuando lo hiciéramos juntos (y comenzó otra vez a llorar, sorpresivamente le volvieron a salir lágrimas de sus bellos ojos).
Su llanto no dejo terminar la frase. Pero la contestación fue como si hubieran estado sincronizados:
Vivo cada vez que habláis de mí,
y muero otra vez si lloráis.
He aprendido al fin a disfrutar,
y soy feliz.
No llores cielo y vuélvete a enamorar.
Nunca me olvides,
me tengo que marchar.
-Volveré a vivir cada vez que hables de mí, y moriré de nuevo cuando llores. Y anque no me veas, yo siempre estaré al pendiente de tí. Antes no estaba feliz por culpa de nuestro compromiso, pero ahora disfruto con el simple hecho de saber que mi trabajo será cuidar de tí. Gracias a esto, ahora si me siento completamente feliz.
En ese momento el haz de luz que le buscaba, logró encontrarle. La luz se ensanchó de nuevo y comenzó a elevarle.
Pero mi vida, yo nunca podré olvidarte,
y sólo el viento sabe
lo que has sufrido por amarme.
Hay tantas cosas
que nunca te dije en vida,
que eres todo cuanto amo,
y ahora que ya no estoy junto a ti,
te cuidaré desde aquí!!
La intensidad de la luz aumentó y supo que era momento de despedirse. Pero que no tardaría mucho en regresar para cumplir con su promesa.
Desde mi cielo os arroparé en la noche,
y os acunaré en los sueños,
y espantaré todos los miedos.
Desde mi cielo os esperaré escribiendo,
no estoy sólo pues me cuidan
la Libertad y la Esperanza.
"Yo nunca os olvidaré".
-Solo me queda decirte que te estaré esperando hasta que sea tu tiempo de partir de éste mundo, y que todas las noches estaré allí contigo para velar por tus sueños y evitar que las pesadillas invadan tus tranquilos sueños y no te preocupes por mí, que ahora que soy libre, tengo la esperanza de que algún día podamos encontarnos de nuevo.
La luz se comenzaba a cerrar y ya casi no podía ver a su primer, único y más grande amor, y en el instante en que estaba a punto de desaparecer en la luz dijeron, los dos enamorados adolescentes dijeron al unísono:
-"Nunca te olvidaré".
Y despues de eso, todo fue obscuridad, sintió frío, y escuchó un grito (¿o fueron dos?), abrió los ojos, los tenía completamente húmedos, no podía ver bien ¿Había llorado o era solo el despertar tan repentino? Se incorporó de un salto y salió corriendo de su cuarto a toda velocidad. En medio del pasillo chocó con la única persona a la que había amado. Sin pensar en las consecuencias, solo haciendo caso a su alterado instinto abrazó a su amor, al juntar sus pechos sintió que los corazónes de ambos latian aceleradamente, apretó más sus brazos y se dió cuenta que tenía unos brazos alrededor de su torso, le habían correspondido el abrazo. Ambos jóvenes juntaron sus mejillas y se dieron cuenta que estaban mojadas, ambos habían tenído un sueño, un sueño aterrador y triste, ¿Habría sido más triste que el suyo? Ya no quiso pensar más en esa pesadilla que había sido la peor de toda su vida, ya no pensó en nada, solo se dejó llevar por el momento. Así estubieron un rato y luego dijo en un susurro:
-Tube un sueño, un sueño triste y horrible, soñe que..
-Shhh, yo tambíen tube una pesadilla, pero solo fue eso, si, solo una aterradora pesadilla...
-Por favor, nunca me vayas a abandonar.
-Nunca... Nunca lo haría... Siempre estaré contigo...
Y así abrazados, los dos tercos jóvenes, pasaron el resto de la noche abrazados al amor de su vida, tranquilizandose de esa horrible pesadilla.
Notas del Autor:
Bueno, pues espero que les haya gustado ya que es mi primer songfic.
Cuando comencé a escribirlo, estaba en una duda si la persona muerta era Akane, o era Ranma, así que se me ocurrió hacer esta versión. La puedes leer 2 veces, la primera pensando que la persona muerta es Akane, y la segunda pensando que la persona muerta es Ranma. O te dejo a tu imaginación que decidas cuál de los dos fue el que se soñó muerto y quíen se soñó dandole el último adiós.
Si tienen algún comentario, duda, review, tomatazo, felicitación, critica constructiva, critica destructiva, katanaso, bombazo o similares; pueden escribirme a mi correo:
best_killerman@hotmail.com, prometo leer todos los correos y contestarlos.
Saltillo Coahuila Mexico, a 17 de junio de 2006
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