“Ranma ½” & “Magic Knight Rayearth – Las Guerreras
Mágicas”: “¡Confusión de identidades en el planeta Céfiro!”
Fanfiction
escrita por: Marco Antonio Carballo (MARK6_9@hotmail.com).
Basada en los
personajes creados por: Rumiko Takahashi (“Ranma ½”) y el Grupo CLAMP (“Magic
Knight Rayearth – Las Guerreras Mágicas”). Todos los personajes son propiedad y
Copyright © de sus respectivos autores.
Episodio
único.
Nota 1: Con
ésta fanfiction One-Shot (de un único episodio), se enlazan las fanfictions
“¡Pánico en Nerima!” y “Ranma: ¿Vivo o muerto?”, ya que, en ésta última
fanfiction, hay un episodio que es crossover con “Magic Knight Rayearth – Las Guerreras
Mágicas”. Ese, es el Episodio 7, “¡Batalla en el planeta Céfiro!”
Nota 2: La
presente fanfiction, si bien, no forma parte de “La Trilogía Iniciática”,
enlaza las fanfictions “¡Pánico en Nerima!” y “Ranma: ¿Vivo o muerto?”; por
este motivo, se incluye en la presente continuidad, para mantener el orden
establecido.
Protagonistas
de ésta fanfiction
“Ranma ½”:
Ranma, Akane, Kodachi, Shampoo y Ukyo.
“MKR”: Lucy,
Marina, Anaís, Ascot y Caldina.
Nota: Otros
personajes de “MKR”, Alanis y Guruclef, son mencionados, pero no hablan, ya que
no están incluídos en ésta fanfiction. Sólo se hacen referencias a ellos, y
nada más.
Un día, en el planeta Céfiro, Caldina, la chica
ilusionista, nativa del planeta Siceta, atravesaba un bosque, saltando de árbol
en árbol, y estaba bastante aburrida, ya que, por alguna extraña razón, Caldina
no se sentía bien, ahora que no atacaba a Lucy, Marina y Anaís (Las Guerreras
Mágicas); de hecho, a eso se debía su aburrimiento, a que no estaba
acostumbrada a portarse bien, y no estar causándole líos a alguien.
“¡Dichosa la hora,
en que prometí portarme bien, y no volver a atacar a esas Guerreras Mágicas!”,
pensaba Caldina, tras detenerse en un claro del bosque. “¡De saber que me iba a aburrir tanto, lo hubiera pensado 2 veces,
antes de hacer una promesa como ésta, que no me iba a provocar ninguna ganancia,
sino un hastío total!”
De repente, una voz sacó a Caldina de su ensimismamiento.
-¿Te sientes bien, Caldina?
Caldina, sentándose, reconoció al dueño de aquella voz. Y
sonrió al verlo.
-¡Hola, Ascot! –saludó Caldina, a su joven amigo. -¿Qué
haces aquí?
-¡Vine a ver, que te pasaba! –empezó Ascot. -¡Desde tu
batalla con las Guerreras Mágicas, has estado muy extraña, casi no te
reconozco!
-¡Estoy bien, Ascot! –dijo Caldina, tratando de sonreír.
-¡Sólo estoy aburrida! ¡Como ya lo sabes, me gusta causar líos, y no tengo la
costumbre de portarme bien!
-¿Qué te gustaría hacer, para divertirte? –preguntó
Ascot. -¡Recuerda tu promesa, no puedes atacar a Las Guerreras Mágicas!
-¡Estaba pensando, en hacer alguna travesura, sólo para
poner a ese trío de niñas en problemas! –explicó Caldina. -¡Sin embargo,
necesito tu ayuda!
-¿Qué tienes en mente, Caldina? –quiso saber Ascot.
-¡Espero que, lo que sea, no implique lastimar gente!
-¿Lastimar gente? –preguntó Caldina, extrañada. -¡Ese, es
el estilo de Alanis, no el mío!
-¡Entonces, te ayudaré! –afirmó Ascot. -¿Qué deseas
hacer?
-¡Pensaba en buscar a alguien, ponerlo en un
predicamento, y hacer que las Guerreras Mágicas salven a esa persona! –explicó
Caldina. -¡Claro, usaré mis ilusiones!
-¿Usamos a alguna persona de Céfiro, o de otro sitio?
–interrogó Ascot. -¡Sería mejor con alguien, que sea de otro lugar!
-¡Me gusta esa idea! –dijo Caldina. -¿Me ayudas a
localizar, a esa posible víctima?
-¡Desde luego! –asintió Ascot. -¡Ven, siéntate, vamos a
concentrarnos, para localizar una, o varias víctimas, para hacer mejor la
broma!
Mientras eso pasaba, en la ciudad de Nerima, en Japón,
Ranma Saotome descansaba, en compañía de 2 de sus prometidas, Akane Tendo y
Ukyo Kuonji. ¿El motivo? Los recientes eventos que sacudieron sus vidas (Los
eventos de las fanfictions “El Medallón Siniestro” y “¡Pánico en Nerima!”), los
habían cansado mucho, y deseaban descansar un poco. Por eso, decidieron salir,
no como un chico y 2 prometidas, sino como un trío de amigos, que pensaban
disfrutar de unos ricos helados de chocolate.
-¡Aquí tienen, chicas! –dijo Ranma, dándole un helado a
Akane, y otro a Ukyo, al tiempo que empezaba, a comerse el suyo. -¡Vamos a
comerlos, antes de que se derritan!
-¡Gracias, Ranma, se vé rico! –dijo Akane. -¡Vaya que
hemos tenido, recientemente, un par de aventuras TREMENDAS! ¿No lo crees así,
Ukyo?
-¡Has dicho una gran verdad, Akane! –contestó Ukyo. -¡Han
sido 2 aventuras, para no olvidar! ¡Por cierto, Ran-Chan, gracias por el
helado! ¡Está rico!
-¡Y que lo digan, chicas! –complementó Ranma. -¡Necesito
descansar, porque, aunque soy un guerrero de artes marciales, no soy un
superhéroe, como Batman o Superman!
-¡Lo que pareces, Ranma, es un paranoico! –se rió Akane.
-¡Debes calmarte un poco o, tarde o temprano, te vas a volver loco!
-¡Akane dice bien, Ran-Chan! –secundó Ukyo. -¡No veo como
podría, en serio, salir algo mal, en un día como este!
De repente, Ukyo se arrepintió de haber dicho lo que
dijo. ¿El motivo? Rápidas como rayos, Kodachi y Shampoo llegaron de repente,
dando a entender que, aunque doliera, la hora del descanso había pasado. Ranma
y Akane, también, exteriorizaron su molestia, por la llegada de Kodachi y
Shampoo.
-¡Hola, Ranma, mi amor, he venido por tí! –saludó
Kodachi. -¿Nos vamos de aquí?
-¡Nihao, Ranma! –saludó, por su parte, Shampoo. -¡Ranma
ignora Mujer Loca, y se va con Amazona, futura esposa!
-¡No iré, a ninguna parte, con ninguna de las 2! –anunció
Ranma. -¡Yo, estoy con Akane y Ukyo y, les repito, no me iré con ninguna de
ustedes!
-¡Vas a venir conmigo, Ranma, mi amor! –ordenó Kodachi.
-¡Iremos a mi colegio, el Instituto San Hebere, y nadie nos molestará ahí!
-¡Olvida eso, Mujer Loca! –exclamó Shampoo. -¡Ranma va
con Amazona, no contigo!
Mientras esto pasaba en el parque de Nerima, allá, en el
planeta Céfiro, Caldina y Ascot seguían concentrados, y veían, tras investigar
en varios mundos y dimensiones, a Ranma y sus 4 prometidas. Tras un momento de
charla, se decidieron: ya tenían, no una, sino 5 víctimas. Era perfecto,
simplemente perfecto.
-¡Debemos traer a esas 5 personas, Ascot! –masculló
Caldina, sonriendo. -¿Podemos usar un rayo de energía?
-¡Deja, y yo me encargo! –demandó Ascot. -¡Sólo debo
concentrarme, y lo haré!
Haciendo silencio, Ascot se concentró y, en segundos,
apareció un enorme rayo de energía, el cual, con su poder, Ascot dirigió hacia
el planeta Tierra, hacia Nerima, ciudad del país llamado Japón. Tras llegar
ahí, el rayo envolvió a Ranma y sus 4 prometidas, quienes seguían enzarzadas en
una feroz batalla (Akane y Ukyo defendían a Ranma, del acoso de Kodachi y
Shampoo). El rayo, llegando de repente, los envolvió a todos, los 5, y se los
llevó, con gran rapidez, rumbo al lejano planeta Céfiro.
Entretanto, en el planeta Céfiro, las Guerreras Mágicas
(Lucy, Marina y Anaís), descansaban un poco, tras sostener una feroz batalla
contra Alanis. Tras la batalla, y tras poner a Alanis en vergonzosa fuga, las
chicas, aún agitadas por la batalla, procedieron a refrescarse, nadando un
rato, en un río cercano. Tras nadar, refrescarse, y vestirse, empezaron a
caminar, dirigiéndose a un pueblo cercano, para ver si comían algo, cuando, de
repente, sintieron un gran despliegue de energía, además de algo alarmante: esa
energía, se había dirigido hacia su planeta natal, la Tierra, había impactado
en un punto del mismo y, ahora, venía de regreso a Céfiro.
-¡Algo va a pasar, chicas! –anunció Lucy, algo tensa. -¡Y
no creo, que sea algo bueno!
-¡Lo que sea, lo enfrentaremos! –juró Marina, decidida.
-¡Que venga, lo que sea!
-¡Marina dice bien, Lucy! –intervino Anaís. -¡Hay que
estar listas, para enfrentar todo!
-¡Nuestra comida, deberá esperar, amigas! –dijo Lucy.
-¡Esa energía, caerá en Céfiro, en cosa de segundos, y hay que localizar,
cuanto antes, que es, y que trae!
-¡Vamos a investigar, y cuanto antes! –sugirió Marina.
-¡Puede ser peligroso!
-¡Vamos ya, no perdamos tiempo! –urgió Anaís. -¡No
debemos correr riesgos!
Pasando del dicho a la acción, Lucy, Marina y Anaís, como
si fueran una sola persona, empezaron a correr por el bosque, justo cuando el
rayo enviado por Ascot, llegaba a Céfiro, y dejaba caer, en otro punto del
bosque, a Ranma y sus 4 prometidas (Akane, Kodachi, Shampoo y Ukyo). Todos
cayeron bien.
-¡Vaya viaje! –masculló Ranma. -¡No deseo repetirlo!
-¿Qué sitio es este, Ranma? –preguntó Akane, inquieta.
-¡Algo es obvio, no es Nerima!
-¡Marimacho tonta! –gruñó Kodachi, viendo de muy mal modo
a Akane, por sacar una conclusión tan obvia. -¡Es un hecho que, estemos donde
estemos, estamos muy, pero muy lejos de Nerima!
-¡Shampoo se queda con Ranma! –exclamó Shampoo, abrazando
a Ranma, lo cual enojó, en serio, a Akane, Kodachi y Ukyo. -¡Amazona teme, a
extraño lugar!
-¡Shampoo, suelta a Ranma, o te juro, que vas a ver quien
soy! –amenazó Ukyo, rechinando los dientes, como una loba, a punto de atacar.
-¡Déjalo en paz, ya!
Shampoo, al verse amenazada, por Akane, Kodachi y Ukyo,
sintió aún más miedo, ya que, concluyó, podría vencer a una rival, pero no a 3.
Por eso, soltó a Ranma, poniéndose pálida del susto.
-¡Chicas, dejen las peleas, para después! –pidió Ranma.
-¡Debemos descubrir, que sitio es este, y como haremos para volver a
Nerima!
-¡Tienes razón, Ranma! –asintió Akane. -¡Vamos,
pongámonos en marcha!
-¡Nunca creí decir esto, pero estoy de acuerdo con Akane!
–dijo Kodachi. -¡No me gusta este dichoso bosque, se siente siniestro, como
guarida de villanos!
-¡Mujer Loca, más loca aún! –murmuró Shampoo, como
burlándose, y haciendo enojar, en serio, a Kodachi. -¡Aunque, tener razón,
bosque siniestro, dá mala espina!
-¡Es mejor irse de aquí, y buscar un pueblo, o algo así!
–exclamó Ukyo, apurando el paso. -¡No quiero pasar la noche aquí, ni de broma!
Entretanto, en otro punto del bosque, Caldina y Ascot
conversaban...
-¿Qué pasó con tu famoso rayo, Ascot? –preguntaba
Caldina, algo molesta. -¿Causó algún daño, en ese dichoso planeta, la Tierra?
-¡Mi rayo no era para hacer daño, Caldina, sino para
atrapar a alguien! –explicó Ascot, algo confundido. -¡Sé que atrapó a varias
personas, pero no sé, en serio, donde están!
-¡Pues, vamos a buscarlas! –ordenó Caldina. -¡Si las
Guerreras Mágicas las encuentran antes, no habrá broma, ni diversión, ni nada!
-¡Oye, no es para tanto! –protestó Ascot. -¡Si no sale
bien, podemos planear otra cosa!
-¡Dije que vamos! –demandó Caldina, ya molesta. -¡No
dejaré ir, ésta oportunidad!
Ascot, de mala gana, siguió a Caldina. Si había algo que
le gustaba a Caldina, quizás más que el dinero, era divertirse, y pasarla bien,
a como fuera posible. Y, según parecía, Caldina no iba a dejar pasar, ni de
broma, ese chance que tenían ante sus ojos.
En otro punto del bosque, Lucy, Marina y Anaís, las
Guerreras Mágicas, avanzaban a brincos y saltos, recorriendo bastante terreno
en cada paso. Como si sus mentes fueran una sola, las 3 defensoras del planeta
Céfiro, presentían que, tarde o temprano, sabrían la verdad sobre aquel extraño
rayo, y quien lo había lanzado.
-¡Vamos, chicas! –urgía Lucy a sus compañeras.
-¡Presiento que nos acercamos!
-¿A qué nos acercamos, Lucy? –preguntó Marina. -¿Me
puedes decir, por favor?
-¡A la verdad, Marina! –respondió Anaís, ante el
asentimiento de Lucy. -¡La verdad, sobre ese rayo, está muy cerca, lo puedo
sentir!
En otro sitio, mientras tanto, Ranma, Akane, Kodachi,
Shampoo y Ukyo, seguían avanzando, lo mismo que Caldina y Ascot. Ranma y sus 4
prometidas, a cada rato, se sentían más molestos, en aquel enorme bosque.
-¡Vamos, chicas, no sean perezosas! –demandaba Ranma.
-¡Presiento que, pronto, veremos algo de gente!
-¡Yo, sólo deseo tomar un baño caliente! –dijo Akane.
-¡Me siento agotada!
-¡Coincido contigo, Akane! –secundó Kodachi. -¡También,
me gustaría dormir, en una cama bien suave!
-¡Mujer Loca, acierta! –terció Shampoo. -¡Amazona, ya
cansada, quiere descanso!
-¡Vamos, gatita! –urgió Ukyo a Shampoo. -¡No seas floja,
ya llegaremos a algún sitio, un pueblo, quizás, espero!
Cerca de ahí, Caldina y Ascot se acercaban al punto donde estaban Ranma y
las chicas. De pronto, los vieron, pero ellos no fueron vistos, ya que se
ocultaron detrás de unos arbustos muy grandes. Una vez allí, escucharon con
atención.
-¡Lo único bueno de esto, chicas, es que Ryoga, Kuno y
Moose, no vinieron! –exclamó Ranma, sonriendo, y tratando de alegrar el
ambiente.
-¡Es verdad, Ranma! –apuntó Akane. -¡Es un alivio, no
tener al bobo de Kuno, acechándome, como hace a cada rato!
-¡Yo, a quien me alegro de no ver aquí, es a esa
entrometida, y odiosa, bruja de cabello rojo! –dijo Kodachi, mientras que
Ranma, sonriendo, le guiñaba un ojo a las demás.
Nota: De las 4
prometidas de Ranma, Kodachi es la única, que no sabe que él, y la chica
pelirroja, son una misma persona.
-¡Tonto Moose, debe estar más tonto aún! –masculló
Shampoo. -¡Pato Estúpido, no deja en paz Amazona, y eso molesta!
“¡Lo que yo
quisiera, es haber venido sola, con Ranma!”, pensaba Ukyo. “¡Para mi mala fortuna, vinieron ellas 3, lo
cual no es bueno para mí!”
Entre los arbustos, Caldina observaba, y escuchaba, justo
cuando Ascot llegó con ella, dándole una noticia, la cual le alegró mucho.
-¡Caldina, las Guerreras Mágicas, vienen para acá!
–anunció Ascot. -¡Van a llegar a este sitio en, mínimo, 2 minutos, quizás 3!
-¡Eso es grandioso, Ascot! –exclamó Caldina, sonriendo.
-¿Te cuento por qué?
-¡Te escucho! –respondió Ascot. -¡Vamos, explica ya!
-¿Ves al chico de la trenza? –preguntó Caldina. -¡Se
llama Ranma y, al parecer, le teme a otros 3 chicos, que se llaman Ryoga, Kuno
y Moose!
-¿Quieres que los traiga? –quiso saber Ascot. -¡Puedo
hacerlo!
-¡No, Ascot, déjame esto a mí! –demandó Caldina. -¡Usando
mis poderes, haré que, cuando las Guerreras Mágicas lleguen, ese chico, Ranma,
les verá como si fueran sus enemigos, Ryoga, Kuno y Moose, y veremos una gran
pelea!
Dicho y hecho. En cosa de segundos, Caldina hizo una
especie de baile, dejando sonar los cascabeles que llevaba en los brazos, los
zapatos y los aretes. El sonido llegó a Ranma, que experimentó mareos. Akane,
Kodachi, Shampoo y Ukyo, lo vieron actuar, como si hubiera recibido un golpe en
la cabeza. Para ellas, eso era señal de problemas. Al tiempo que eso pasaba,
las Guerreras Mágicas, iban llegando cerca de donde estaban Ranma y sus
prometidas. Ellas 3, tampoco habían visto, ni a Caldina, ni a Ascot.
-¡Mejoraré esto, Ascot! –anunció Caldina. -¡Haré que las
Guerreras Mágicas, vean a ese chico, Ranma, como si fuera Zagato! ¡Ya verás,
que divertido será esto!
-¡Miren, chicas! –exclamó Lucy. -¡Allá veo a un chico, y
4 chicas! ¡Vamos a preguntarles, si saben algo sobre ese rayo!
-¡Vamos ya, Lucy! –aceptó Marina. -¡Ellos no parecen ser
de Céfiro, quizás sepan algo, y puedan contarnos, que es lo que está pasando!
-¡No puede ser, amigas! –gritó Anaís, señalando al grupo.
-¡Miren, quien es el hombre, de ese grupo! ¡Es imposible!
-¡¡¡¡¡ZAGATO!!!!! –exclamaron las 3, al unísono.
El triple grito de las Guerreras Mágicas, llamó la
atención de Akane, Kodachi y Shampoo. Las 3, a un mismo tiempo, voltearon la
vista, sólo para observar a otras 3 chicas, vestidas de rojo, azul y verde, que
se acercaban a toda velocidad, con cara de muy pocos amigos. Evidentemente,
miraban fijo a Ranma.
-¡Esto es imposible! –gruñó Ranma. -¡Ryoga, Kuno y Moose!
¿Qué hacen ustedes 3 aquí, trío de necios?
Nota: Afectado por
la magia de Caldina, Ranma veía a Lucy, Marina y Anaís, como si fueran Ryoga,
Kuno y Moose. Por lo mismo, ellas, lo veían, como a Zagato.
-¡Te vamos a dar tu merecido, infeliz! –gritó Lucy.
-¡Chicas, vamos a por él!
-¡Estoy contigo, Lucy! –exclamó Marina. -¡Liberemos a
esas chicas, amigas!
-¡No se olviden de mí! –intervino Anaís. -¡Entre las 3,
lo venceremos en segundos!
Al escuchar eso, Akane, Kodachi, Shampoo y Ukyo, se
miraron las unas a las otras. ¿Dónde estaban Ryoga, Kuno y Moose? Ellas 4, no
los veían, sólo veían a 3 chicas, al parecer muy fuertes, que llegaban buscando
pelea.
-¡Chicas, retrocedan! –pidió Ranma. -¡Esto, se va a poner
INTENSO!
Akane, Kodachi, Shampoo y Ukyo, como si fueran robots,
obedecieron, y retrocedieron un poco. Antes de que alguna, de las 4, pudiera
decir algo, Ranma se lanzó contra las recién llegadas, dando inicio a una
batalla titánica. Las prometidas de Ranma, sabían algo: para nadie era un
secreto que, si había algo que Ranma odiaba, detestaba, y aborrecía hacer, era
pelear con chicas.
-¡Chicas, hay que detener ésta batalla, o alguien saldrá
seriamente lastimado! –dijo Akane, preocupada. -¡Y, me parece, que va a ser
Ranma!
-¡No podemos permitir eso, bajo ningún concepto!
–contestó Kodachi. -¡Ranma, mi amor, resiste, iré a ayudarte! ¡No te rindas,
por favor!
“¡Esto no
puede estar pasando!”, pensaba Ranma, eludiendo ataques. “¡Kodachi,
piensa venir a ayudarme, pero debo evitárselo, ya que Ryoga, Kuno y Moose, por
extraño que parezcan, están muy fuertes!”
-¡No me van a vencer, trío de payasos! –gruñó Ranma,
asiendo a Lucy (A quien veía, como si fuera Ryoga). -¡Ya, déjenme en paz, o van
a ver quien es Ranma Saotome!
-¡No nos asustas! –gritó Lucy, contra-atacando, y
dándole un señor puñetazo, en pleno pecho. -¡Liberaremos a tus prisioneras, así
como a la princesa Esmeralda!
-¡Ríndete por las buenas, o ríndete por las malas,
no nos importa! –secundó Marina (Kuno, para Ranma), dándole, un patadón en el
estómago, el cual lo derribó, sin aire.
-¡Ahora, es mi turno! –exclamó Anaís (Moose, para
Ranma), alzando las manos, lista para dar un golpe doble. -¡Recibe esto, por
tus villanías!
Sin embargo, Anaís no pudo descargar su golpe, ya
que Kodachi, metiéndose entre ella y Ranma, le detuvo las manos, con su cinta
de gimnasia.
-¿Deseas pelear, “Cuatro Ojos”? –amenazó Kodachi.
-¡Pelearás conmigo!
Sin decir más, Kodachi, haciendo gala de una gran
fuerza física, lanzó a Anaís contra un árbol. Anaís pegó contra ese árbol, y
cayó al suelo, algo sacudida.
-¡Eres una salvaje! –gritó Lucy, furiosa. -¿Por qué
maltratas, así, a Anaís? ¡Ella no te ha hecho nada, loca del demonio!
-¿Te parece poco, atacar a mi prometido? –preguntó
Kodachi. -¡Pero no te preocupes, enana, eres la siguiente en mi lista!
-¡Espera, Kodachi! –atajó Ukyo, a la chica del
Instituto San Hebere. -¡Déjame, y yo me encargo, en segundos, de ésta enana de
rojo! ¡Encárgate de su amiga, la chica de verde!
-¡Amazona, se encarga de Chica Alta, de azul! –dijo
Shampoo, empezando a atacar a Marina. -¡Chicas Malas, enemigas de Ranma, y de
Amazona!
-¡No creas que podrás vencerme, chica de acento
raro! –respondió Marina, defendiéndose de los ataques de Shampoo. -¡Ustedes, si
defienden a Zagato, deben ser sus aliadas, y pagarán por eso!
“¡Conque eso
es lo que pasa!”, pensó Akane, mientras atendía al vapuleado Ranma. “¡Esas chicas, atacan a Ranma, porque ellas
no lo ven a él, sino a alguien llamado Zagato, que, según parece, es su
enemigo!”
-¿Dónde me encuentro? –preguntó Ranma,
recuperándose, de repente, y viendo a Akane, sentada a su lado. -¡¿Akane?! ¡¿Me
puedes decir, qué me ha pasado?! ¡Siento la cabeza, toda llena de ecos!
-¡Me alegra ver, que estás bien, Ranma! –contestó
Akane, dándole un abrazo. -¡Luego te explico! ¡Ahora, debemos detener una
terrible batalla!
Ranma, sin decir nada, volteó la vista, hacia el
sitio que Akane le señaló, y se quedó frío del susto. Al ver lo que pasaba,
Ranma decidió intervenir.
-¡Oigan, chicas, ya no peleen! –demandó Ranma. -¡No
hay motivo, en serio, para esto!
En mala hora, Ranma decidió meterse. Lucy y Ukyo,
lanzándose sendos golpes, la una a la otra, fallaron, y el alcanzado, en pleno
pecho, fue Ranma, quien cayó al suelo, como alcanzado por un rayo. El grito que
lanzó, puso en alerta a todas las chicas.
Al ver caer a Ranma, Kodachi, Shampoo y Ukyo, cada
cual por su lado, se acercaron a él, para ver si podían ayudarlo a volver en
sí. Akane, entonces, tomó la iniciativa.
-¡¡¡¡¡HÁGANSE A UN LADO, Y DÉJENLO RESPIRAR!!!!!
–ordenó Akane, apartando a sus rivales, y abanicando el rostro de Ranma.
Acto seguido, pasó algo, que fue, de veras, bien
asombroso, para Akane, Kodachi, Shampoo y Ukyo. Lentamente, y como si fueran
árboles recién derribados, las chicas que, segundos antes, atacaban a Ranma,
cayeron al suelo, desmayadas.
“¡Este sitio,
es más raro, que la misma Nerima!”, pensaron, al unísono, Akane, Kodachi, Shampoo y
Ukyo, mientras atendían a Ranma, así como a las otras 3 chicas.
-¿Dónde están Ryoga, Kuno y Moose? –preguntó Ranma,
volviendo en sí.
-¡No sabemos que te pasó, Ranma, pero te diré algo! –empezó
Akane. -¡Ryoga, Kuno y Moose, no están aquí! ¡Peleaste con éstas chicas!
Kodachi, Shampoo y Ukyo, asintiendo con movimientos
de cabeza, secundaron las palabras de Akane, quien señalaba, con un dedo, a las
desmayadas defensoras de Céfiro, quienes, en un momento, también despertaron.
-¿Dónde está Zagato? –preguntó Lucy. -¿Se acaba de
ir?
-¡No sabemos que, o quien es Zagato! –contestó Ukyo.
-¡Al parecer, ustedes veían como ese sujeto, a nuestro amigo, Ranma!
-¿Algo nos afectó? –interrogó Marina. -¿Qué fue?
¿Una ilusión?
-¡Así es, chicas! –respondió Caldina, apareciendo de
pronto. -¿Verdad que fue una experiencia única, y muy divertida?
-¡Caldina! –protestó Anaís. -¿Por qué lo hiciste?
¡Habías prometido, portarte bien!
-¡Estaba algo aburrida, y quise animar un poco las
cosas! –explicó Caldina. -¡Pero no se preocupen, Guerreras Mágicas, nos
volveremos a ver, muy pronto!
Tras decir esto, Caldina se fue. Ascot, asomándose,
sólo se encogió de hombros, a guisa de disculpa, y la siguió, perdiéndose
ambos, entre la espesura del bosque.
Ranma, Akane, Kodachi, Shampoo, Ukyo, y las
Guerreras Mágicas, cada cual por su lado, veían, y no creían. ¡Todo, al
parecer, fue parte de una broma pesada!
-¡Amigos, yo soy Lucy, y ellas son Marina y Anaís!
–presentó Lucy. -¡Somos las Guerreras Mágicas, defensoras del planeta Céfiro!
-¡Mucho gusto, amigos! –se presentó Marina. -¡Así
es, esas somos nosotras!
-¡Igualmente, mucho gusto! –remató Anaís. -¿Quiénes
son ustedes?
-¡Encantado, chicas! –respondió Ranma, sorprendiendo
a sus prometidas. -¡Yo soy Ranma Saotome, y ellas son Akane Tendo, Kodachi
Kuno, Shampoo y Ukyo Kuonji!
-¡Somos del planeta Tierra, de un país llamado
Japón! –explicó Akane.
-¡Venimos de una ciudad, que se llama Nerima!
–secundó Kodachi.
-¡Amazona no japonesa, Amazona china! –intervino
Shampoo, hablando “en su estilo”.
-¡Queremos volver a casa! –pidió Ukyo. -¿Nos pueden
ayudar?
-¡Desde luego! –asintió Lucy. -¡Para eso, estamos
las Guerreras Mágicas!
-¡Sin embargo, antes, queremos ir a comer algo!
–dijo Marina. -¿Nos acompañan?
-¡Vamos, amigos! –sugirió Anaís. -¡Así, podremos
charlar un poco más! ¿Vienen?
Tras conferenciar entre ellos, Ranma, Akane,
Kodachi, Shampoo y Ukyo, aceptaron. A decir verdad, ellos 5, también, deseaban
comer algo. La invitación se aceptó, sin dudas.
El grupo llegó a un restaurante, donde comieron una
muy abundante cena. Las Guerreras Mágicas, estaban pasmadas, al ver lo tragón
que era Ranma. Akane y Ukyo, de buena gana, les contaron que él, siempre era
así, y más, cuando comía fuera de casa.
Algún tiempo después, luego de charlar, un poco más,
con las Guerreras Mágicas, Ranma y sus 4 prometidas, les pidieron, otra vez,
que los ayudaran, para regresar a Nerima. Entonces, los llevaron con Guruclef,
quien accedió, gustoso, a ayudarlos.
Tras concentrarse un poco, Guruclef logró abrir un
portal inter-dimensional, el cual usaron para regresar a Nerima, lo cual
hicieron, en cosa de segundos.
Una vez en Nerima, Ranma y sus prometidas, de mutuo
acuerdo, se fueron al cine, juntos y sin pelear, a ver una buena película, para
distraerse un poco. Así, decían los 5, podrían olvidar esa loca, disparatada, y
poco lógica, aventura.
¿Lo único bueno, de semejante aventura? ¡Increíblemente,
sí, hubo algo bueno!
Al volver a Nerima, vieron que, si bien, en el
planeta Céfiro, habían pasado casi un día entero, en Nerima, sólo habían estado
ausentes, por cerca de 2 o 3 horas, lo cual, al parecer nadie notó, al menos,
nadie en la casa de la familia Tendo.
Ahora, a ver que depararía el futuro... El futuro
cercano, lógicamente…
Nota: ¡Vaya una aventura! Sin embargo, la historia sigue,
y no para bien. Ahora, Ranma llegará al extremo de su salud mental, al
mismísimo borde de la locura, cuando deba desentrañar un misterio, relacionado
con un cuerpo sin vida, el cual, es idéntico a él. Esto, se verá, en la nueva
fanfiction “Ranma: ¿Vivo o muerto?”
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