BUSCALE TRES PIES AL GATO
y tal vez encuentres más de lo que quieres
Akane se recargo en el árbol, ese maldito
árbol en el que había estado por horas, aun no podía creer como era que se
había ido a meter en aquel lío, era un día común y corriente en la escuela
Furinkan, las chicas jugaban voleibol y los chicos se entretenían como siempre
jugando básquet y como siempre el equipo de Ranma superaba fácilmente a sus
rivales. y tal vez encuentres más de lo que quieres
Mas antes de hacer su saque Akane pudo notar una peculiaridad que hacia distinto ese día de cualquier otro, sobre las gradas que estaban pegadas al lado de la cancha de básquet una chica de prominente cabellera rubia y ojos azules observaba entretenida el partido y lo peor seguía a Ranma de un lado a otro, Akane sintió que la sangre le hervía y al silbatazo dio un saque tan fuerte que la pobre Sayuri quedo clavada en la duela.
La clase de gimnasia llego a su fin, furiosa aun entro a los vestidores, se dio un baño rápido y al salir ahí estaba, esa rubia de ojos verdes y sonrisa boba, recargada en la puerta del vestidor de los chicos, como si esperase que alguien saliera, aquella chica no era una alumna era mas que obvio pues no portaba el uniforme de la escuela, ¿de donde podría venir?, mas las cavilaciones de Akane se vieron frenadas por el espectáculo que vio ante ella, Ranma y Daisuke salían de las duchas, mas al llegar frente a la chica Daisuke había salido corriendo dejando a Ranma y a la entrometida sola.
Estaba vez si estaba furiosa, Ranma se había sobrepasado, coquetear con otras chicas frente a ella, iba a matarlo a destazarlo vivo, no peor aun a ponerlo en ridículo, rápidamente se dirigió al basurero que estaba detrás de la escuela -Aquí esta lo que necesito- se dijo para sus adentros y sonriente se dirigió hacia donde la pareja platicaba animadamente -En serio ese restaurante es buenísimo- decía Ranma -Le habla de ir a comer, cuando a mi no puede ni invitarme un helado, es un canalla- pensó Akane que ya se encontraba detrás del chico -Ranma- con una sonrisa de oreja a oreja Saotome volteo a ver a su prometida -Dime Akane- mas nunca imagino Ranma tan singular respuesta cuando recibió de la chica un enorme gato gris que asustado se estampo en la cara de Ranma arañándolo y provocando que el chico de la coleta saliera corriendo chocando con cuanto objeto encontraba.
Mientras Akane sonreía por el resultado de su hazaña -Ya viste que es un pobre tonto- dijo complacida a la chica, en eso y estaba vez para sorpresa de Akane, Daisuke salio del vestidor -Aquí esta mi billetera cariño, ya podemos irnos a comer ¿y Ranma?- pregunto el muchacho -Vio un gato y se fue corriendo- contesto la chica -Que remedio, no volverá en un tiempo, vamonos de una vez- pero Akane se interpuso en su camino -Disculpa Daisuke, ¿ella es...?- le cuestiono con voz temblorosa -Mi novia, le pedí a Ranma que se quedara con ella mientras iba a recoger mi billetera pues la había dejado adentro del vestidor- aquella explicación había bastado para Akane -¡¡¡RANMA ESPERA!!! ¡¡PERDONAME!!-
Y así era como había acabado ahí, hacia como seis horas que Ranma estaba encaramado en aquel maldito árbol maullándole a la luna y lamiéndose la cara -Ranma, ya baja de ahí por favor, vamos gatito hermoso- pero el chico-gato solo se daba la vuelta y se dedicaba a maullarle aun mas a la reina de plata, y mientras la niña no lo veía sonreía lleno de placer -Akane, eres una tonta- dijo en voz baja mientras seguía fingiendo ser un gato, sabia que no era caballeroso, que quizá Akane se molestaría sin duda, pero por ahora ella se preocupaba por él y eso como lo estaba disfrutando.
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