Buscar este blog

jueves, 16 de enero de 2014

Akane (WarriorQueenFC)

DECLARACIÓN: Para los efectos legales, dirigirse a Rumiko Takahashi, creadora de Ranma ½ . Ninguno de los personajes me pertenece, y tampoco recibo ningún beneficio económico por este breve trabajo; así que...disfrútenlo sin culpa; porque de ustedes y su discreción depende mi libertad. J

Nadie pertenece a otro más que a sí mismo.

                              * * * * * * * * * * * * * * * * *
_ - - - - - _ - - - - - _ - - - - - _ - - - - - _ - - - - - _ - - - - - _ - - - - - _ - - - - - _ - - - - - _
_ - - - - - _ - - - - - _ - - - - - _ - - - - - _ - - - - - _ - - - - - _ - - - - - _ - - - - - _ - - - - - _
_ - - - - - _ - - - - -A - - - - - K - - - - -A - - - - - N - - - - -E - - - - - _ - - - - - _ - - - - - _
_ - - - - - _ - - - - - _ - - - - - _ - - - - - _ - - - - - _ - - - - - _ - - - - - _ - - - - - _ - - - - - _
_ - - - - - _ - - - - - _ - - - - - _ - - - - - _ - - - - - _ - - - - - _ - - - - - _ - - - - - _ - - - - - _
                              * * * * * * * * * * * * * * * * *
                                       Por: WarriorQueenFC
                                         Chris026_wqfc@hotmail.com
                              * * * * * * * * * * * * * * * * * 



-¿Akane?-

-dime Ranma-

-¿Te gustaría acompañarme a la nevería?-

-claro-

La pareja se fue por las calles de Nérima. Era domingo. El clima era precioso, ninguna nube; incluso la anciana que siempre mojaba a Ranma había salido a pasear, por lo que el chico de la trenza se libró de un buen chapuzón.

Llegaron sin novedad al centro comercial; tan extraño estaba el día que Ranma se olvidó de transformarse en mujer antes de entrar a comprar los helados. Por lo regular en el trayecto desde la casa hasta ahí no conseguía permanecer seco; pero al parecer hoy era la excepción.

-¿de qué sabor quieres el helado?-preguntó Akane con una sonrisa mientras se acomodaban en una mesa en un rincón alejado del establecimiento, una mesa oculta entre helechos.

-este...-al fin Ranma notó que no estaba transformado en mujer y logró contener un sonrojo...¡esto parecía una cita!-yo...

-¿no me digas que quieres ir por ellos así como estás?-dijo una asombrada Akane. Esta vez, Ranma sí se sonrojó; pero no de pena al comprender la razón de que ella estuviera dispuesta a ir por el pedido.

“Rayos...”-no pudo pensar más, la manera en que Akane lo miró le llegó al alma, sintió furia contra sí mismo por ser tan predecible y tan cobarde. Ella asumía todos los riesgos, a ella no le importaba lo que los demás pensaran.

-¿y bien? ¿qué tanto miras?-la joven sonaba más preocupada que intrigada.

-Nada-contestó él por inercia.

-¿lo dejas a mi elección?-insistió ella

“¿tú me elegirías?” pensó él sin entender el verdadero sentido de la pregunta-está bien-contestó más por evitar que ella descubriera lo que estaba pensando, tenía miedo de que las palabras salieran de su cerebro a todo volumen.

-vuelvo en seguida-dijo Akane dirigiéndose al mostrador.

Ranma observó a su prometida fea a través de las hojas de los helechos. Se preguntó ¿porqué la seguía llamando así? Era obvio que nadie tenía la misma opinión que él. Era OBVIO que él tampoco tenía esa opinión. Suspiró. A veces no se entendía él mismo.

Volteó hacia el ventanal, donde también había helechos que protegían a los clientes de ser vistos desde la calle. Recordó que Akane había elegido esa mesa, de hecho, siempre que venían se sentaban ahí. ¿acaso ella se avergonzaba de que la vieran con él?...era lo más probable; después de todo ninguna chica de su edad tenía un prometido fenómeno. Ninguna chica en el mundo tenía un prometido tan patético como él.

-¡Nihao!-una voz conocida interrumpió su sesión de psicoanálisis; inmediatamente se puso en guardia. Shampoo siempre traía problemas. Por un momento deseó que el día continuara tranquilo, en paz, lejos de todo el caos en que se convertía normalmente. Los helechos lo ocultaban de la vista de la amazona, que se encontraba ante el mostrador, al lado de Akane. Al parecer el saludo había sido para ella.

-¡Shampoo! ¡no sabía que te gustaran los helados!-dijo Akane con alegría. Sí que estaba contenta el día de hoy.

-¿Aireen estar por aquí?-preguntó de inmediato la chica de cabellos púrpura. Provocando que él se escondiera más aún, agachándose para evitar que lo descubriera. Al hacerlo, comprendió la utilidad de esa mesa en particular y sobre todo de los helechos.

-No, él no vino ¿quieres acompañarme a tomar un helado?-

-¡no gustarme helado!, ¡querer ver a aireen!-dijo Shampoo con cierta agresividad. Como una niña pequeña a la que le niegan un dulce. Ranma sintió que la tensión lo invadía ¡¿porqué rayos Akane no le dijo la verdad?! ¡¿porqué se arriesgaba a enfadar a Shampoo?!. Se dispuso a intervenir ante el menor signo de hostilidad amazona contra su prometida.

-Entonces ¿porqué no sigues buscándolo? De seguro debe andar por ahí-dijo Akane con algo de tristeza. Ranma sonrió con cinismo ¡cuan ingenua era Akane!. Era una boba al creer que Shampoo estaba interesada en hacer amistad con ella. Pero...ella era así, siempre dispuesta a olvidar rencores y pasarla bien; a menos que Shampoo se le echara encima a él, o lo besara, claro. Ante el pensamiento, se encogió hasta lo imposible en su escondite. Ninguna precaución era suficiente.

-¡Akane!, ¡Shampoo! ¿qué hacen aquí?-dijo otra voz, también conocida

-¡¡¿Ukyo?!!-dijo Akane mucho más sorprendida que antes-¿no deberías estar atendiendo tu negocio?-“eso” pensó Ranma. ¿qué demonios hacía    U-chan ahí? ¿porqué todas sus ‘prometidas’ tenían que aparecer en el momento más inesperado?

-¡hey! Es domingo y Konatsu ha mejorado mucho; así que pensé...¿porqué no dar una vuelta por ahí?-dijo alegremente la chef

-¡yo encontrar a Aireen!-dijo Shampoo saliendo a toda prisa del local.

-¿eeh?-dijo Ukyo con los ojos muy abiertos

-va a buscar a Ranma-explicó Akane con una mueca de fastidio.

-¡¡eso sí que no!!-Ukyo salió a toda prisa tras el rastro de la amazona. Akane se dio la vuelta y le pidió al empleado

-dos de chocolate, tamaño extra especial por favor-

-Enseguida señorita-dijo el dependiente con una sonrisa que indicaba a todas luces que ella le gustaba. Ranma estuvo a punto de saltar de su lugar ¡ese tipo! ¡ya lo estaba fastidiando! ¡siempre era lo mismo con él!.

Observó que Akane ya venía de regreso con dos montañas de helado. ¡perfecto! ¡justo lo que necesitaba para olvidarse del mal rato!

-Aquí está-le ofreció ambos helados

-¿no vas a probarlos?-dijo el chico sorprendido

-mm...no, cómetelos tú-concedió con expresión ausente mientras se distraía observando a los peatones apenas distinguibles a través del cristal.

Ranma la observó entre bocado y bocado. Ella parecía...triste.

-¿qué te pasa?-preguntó con su habitual brusquedad.

-nada-continuó mirando hacia el ventanal

-¿en serio?-Ranma entrecerró los ojos analizando cada detalle de su expresión-yo diría...-especuló-que estás molesta por lo que acaba de suceder.

-¡¿porqué tendría que molestarme?!-protestó ella cruzando los brazos, enfadada, o casi.

-bueno...tal vez quieras darme un buen golpe-dijo sin poder contenerse. Se sorprendió al notar que hablaba en serio. Para enfatizar lo que dijo se inclinó sobre la mesa ofreciéndole la mejilla derecha. Contuvo la respiración. Iba a doler, pero no tenía alternativa si quería que todo volviera a la normalidad.

-¡grr! ¡Rrrannnmaaaa!-Akane apretó los puños pero no hizo nada más-¡estoy tratando de comportarme civilizadamente! ¡no me provoques!-dijo de un tirón.

-¡ja! ¡lo sabía!-el sonrió con una especie de alegría. Sí. Ella estaba celosa de nuevo-¡estás enfadada!

-¡y tú no tienes ganas de comer helado!-aseguró arrebatándole las dos charolas mientras se ponía a comer tranquilamente.

Ranma observó a su prometida. Comía de la misma manera que entrenaba: con movimientos precisos, fuertes y nada artísticos; realmente Akane no dominaba las artes femeninas. “y no lo necesita” pensó contemplándola con ternura mientras SU helado desaparecía. “adiós helado” pensó algo decepcionado. Pero valía la pena por tener ese minuto de paz al lado de ella. De pronto Akane le sonrió. Y no era una sonrisa común; era SU sonrisa. Esa que hacía que todo dejara de existir. Esa que traía luz a su vida. Esa sonrisa que, tenía la esperanza, ella le dedicara sólo a él.

Tan inesperadamente como cualquier otra cosa en su vida, comprendió la situación al completo... con Akane no tenía que llenar expectativas, simplemente podía ser él.

-oye...Akane-dijo dubitativamente

-¿mmmm?-

-gracias-no sólo lo dijo por lo de hacía un momento; sino por todo lo demás.

Akane volvió a sonreír. 

¿le había entendido?

Esperaba que sí.

Ella siempre lo hacía.


* * * * * *
   F I N
* * * * * *


WQFCOMENTARIOS: Bueno, aquí está uno maxi, maxi, maxi...à mini. ¿explicaciones? Solamente decir que, cuando lo empecé tenía la idea muy clara y ¡se esfumó en un segundo! ¡nunca volví a recordar qué era lo que pretendía en esta historia! ¡ni siquiera el plot! He pasado meses aguardando a que vuelva; pero...

 noooo volverá...’ ,
‘aunque me haga pedazos la vida

de cualquier forma espero que no sea tan malo. Agradeceré me envíen sus opiniones.  ¡hasta la próxima!
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario